¿Nunca habéis hecho algo que siempre dijisteis que no haríais? Pues de vez en cuando yo lo hago y a veces sale bien a veces sale mal. Pues ayer fue uno de esos días en los que hic algo que siempre dije que no haría. Con el síndrome posvacacional acuestas, aburrido de conducir, pensando en lo bien que me lo he pasado en la expo de Zaragoza, no precisamente en los pabellones jejeje, a una hora muy decente para casi todo, las nueve y media de la noche, con la canción “Video Kliied the radio star” de fondo y con el calvo revuelto, llegué a Miranda, a una explanada que hay detrás de la estación, al otro lado de la autovía, donde pone en la Web que hay camiones, cierto, pero poco más ya que, como os he dicho siempre, donde estamos muchos no solemos pillar, teniendo que hacer noche para cargar al día siguiente y con diez horas de espera por delante enciendo el ordenador para bajar el correo y con el firme propósito de escribir sobre una estación de servicio que hay en Calahorra, que está mejor de lo que en un principio pensé ya que no me suelen gustar las estaciones de servicio por estar demasiado concurridas pero… en otro momento hablaré de ella. Bien bajo el correo, contesto a un par de email, antes que se me olvide dar las gracias a Pedro por sus ánimos espero algún día tomar esa cerveza y compartir experiencias, y entro a la Web esta en la que cuento lo que veo por mis rutas, para subir al blog lo que he escrito sobre Calahorra y en la pantalla de entrada veo como, casualidades del destino, desplazándose por la pantalla aparece un mensaje que dice “Rivabellosa,nI, 42 años, sitio, inicialmente sin compromiso…” Siempre dije que ir en busca de lo desconocido no era lo mio, que siempre quiero ver lo que hay para poder decidir pero, como os dije al principio, a veces haces cosas que siempre has dicho que no harías, y anoche fue una de esas veces. Llamé y al otro lado del teléfono sonó un tío muy bien, majo, aparentemente con las cosas claras que, con disposición pero sin prisa, se ofreció a irme a buscar donde estaba y tomar algo, sin más, o eso dijo. Así que por mi bien, conversación de entrada y después puede que nada o puede que algo. Bien llegó al aparcamiento y tras la presentación de rigor, es decir la primera visual externa que en mi caso fue muy satisfactoria y, como más tarde me dijo, en el suyo también, fuimos a tomar un cacharro a un bar donde hablamos de lo humano y de lo más humano, lo divino no apareció mucho. Me dijo que se había decidido a poner el mensaje en la Web porque le parecía una Web bastante seria y que entraba mucha gente que estaba de paso por los sitios, que él no quería nada fijo etc etc. Por mi parte calle como puta que soy Melchor, porque el lee el blog así que HOLA JESUS, y cuando hablaba de lo que yo escribo indicaba que le gustaría conocerme, me han llegado correos indicándome la pasión que levanto, pero no es lo mismo leer que verlo por mí mismo. Bien, después de un rato de charla decidimos que teníamos que comer algo, Jesús me invitó a ir a su casa, como tenía el camión vacio y nada que hacer hasta el día siguiente, me pareció bien ir a cenar a su casa. Al final me quedé a dormir, con todo lo que eso implica, y el desayuno a hora intempestiva estuvo muy entretenido, vamos que el síndrome posvacacional se me ha casi olvidado, ya sabéis un claco saca a otro clavo y hacer cosas que nunca pensábamos hacer tiene su recompensa, no siempre buena, pero en este caso así ha sido.
No se me olvida lo de Calahorra que conste, pero será a otro rato.
jueves, 23 de abril de 2009
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