Cuando me toca ir para la zona de la frontera de Portugal, por Ciudad Rodrigo, se que la posibilidad de encontrar fiesta crece exponencialmente. Desde el mismo momento que sales de Valladolid encuentras lugares de un atractivo especial, el mismo Toredesillas es un parque temático de gran interés, no he parado al ir, mayormente porqué parar nada más salir puede sonar a vicio, que si qué lo tengo pero aún no estaba en su punto más álgido, y además, aunque a alguno le parezca que no es así, soy un currante y tengo que entregar la mercancía que transporto en fecha y forma, y si voy parando en todas las zonas que encuentro a mi camino más que viaje sería peregrinación y no entregaría a tiempo, así que Tordesillas quedó a mi derecha y, por lo que pude ver, para ser las seis y media de la mañana y hacer un frío de tres pares de cojones, tenía cola de espera, como siempre. Así que siguiendo ruta llegué a Pedrosillo el Ralo, el tom tom pitó, es una estación de BP en la que suele parar mucha gente, pero había encontrado niebla por el camino e iba retrasado así que otra vez sería, aún me quedaban muchas por delante donde parar.
En Salamanca un buen desayuno, en un bareto que hay en la circunvalación, donde paramos casi todos, y, como es de recibo, nos conocemos casi todos también, pero ya salí de allí con el vicio un poco más alto de lo que es lo aconsejable para conducir objetivamente, había un tío al que nunca había visto, no es que conozco a todo el mundo pero normalmente en los sitios donde paramos solemos ser más menos los mismos y, salvo que sea un novato, y este no era el caso, alguna vez nos vemos todos y, si no le has visto tu, está hablando con alguien al que conoces, pero estaba solo, una pena porque estaba para ayudarle a mojar los churros en el café y en lo qué no es café, así que definitivamente era un novato, preguntando a los lugareños ni Dios le conocía. En el grupo en el que estaba me consta que había otro, al menos, que para de una forma discrecional en los parques temáticos, me consta porqué hemos tenido algún encuentro cuerpo a cuerpo, así que él sabía el porqué de mi interés pero, al estar en comunidad callamos los dos como putas pero los dos, como putas también, mirábamos al novato. Al salir Jaime, que así se llama el compañero de juegos, salió conmigo y, mientras fumaos un pito afuera, comentamos sobre el novato, ni él ni yo le conocíamos pero los dos coincidimos en estar encantados de conocerle, nos despedimos, el iba para Zamora. En estas situaciones es cuando uno desearía ser un paisano que está tomando un café sin más y no conocer a todos, porque realmente el muchacho tenía un par de horas de dedicación, aparentemente porque a veces desenvuelves el caramelo y resulta que no era lo que creías, pero se merecía el riesgo.
Así que de nuevo delante del volante, con la perspectiva que te da la altura de la cabina, no tan relajado como la primera parte del viaje, pero con la mente en lo que había dejado atrás, llegada a San Muñoz, un área que no tiene nada más que un aparcadero y que siempre está lleno de vehículos, mayormente pesados y así era, no me gusta esa área porque es incómodo, tiene mucha visibilidad y, si vas dirección Portugal, te quedan dos que son cinco estrellas Sancti Espiritus y Fuentes de Oñoro, así que a por ellas fui.
En Santi había quórum, como siempre, es un área que tiene todos los ingredientes, un buen parking, una cafetería grande y unos servicios alejados en los que se puede tener algo de intimidad para mantener un contacto previo porque montárselo ahí va a ser que no, pero siempre puedes alejarte un poco. Así que vista la fauna del lugar y haciendo un acto de constricción por no entrar al trapo de un par de paisanos que no es que dieran luces para llamar la atención sino que tenía colgadas ya las de navidad con neones que decían “EHHH QUE QUIERO FOLLAR” y porque el deber es el deber y cuando uno va cargado con cosas golosas tiene que pensar en ello, como veréis los factores para poder echar una canita al aire de un transportista son muchos, pues pensé en las ovejas de la Carmen Sevilla, una técnica anti libido, y me dirigí al parque temático de Fuentes de Oñoro, con dolor de corazón.
La primera vez que paré, hace muchos años, en fuentes de Oñoro, comprendí el significado de Sodoma y Gomorra. Nos juntamos los españoles, los portugueses, los aficionados, los comerciales y, cómo no, los trajeados que aparentemente son estirados pero que luego se doblan como una barra de gominola. Gracias a mis actos de constricción había sacado tiempo y disponía de un rato para poder entablar relaciones sociales, y ciertamente tenía yo ya el cuerpo para mantener relaciones de todo tipo. Todo lo aprendido a lo largo de las carreteras en Fuentes de Oñoro no es necesario, a veces parece un escaparate, estamos todos expectantes y el que llega sólo ha de mirar para saber que le ha tocado premio. Los compañeros portugueses no son especialmente los que más me atraen, mayormente por lo complejo de la comunicación, pero a veces, más de las que pienso, es inevitable y te ves abocado a acabar retozando con ellos. Cuando he aparcado, atrás del parking, justamente al lado había un chófer Luso que, como buen portugués, no se caracterizaba por su discreción. Yo me he bajado y el detrás, he creido entendre que me pedía un cigarro, no por lo que le entendí sino por los gestos pero lo mismo me decía que quería llevarse algo a la boca, pero le ofrecí un cigarro y lo aceptó así que realmente quería fumar. Es en este punto por lo que no me entro a portugueses porque no se que hablar con ellos, porque no nos entendemos, pero este era de los que se hacía entender, directo y confiado me hizo entender que estaba más salido que el pico una plancha, no era difícil de verlo la verdad así que no me costó, y como estábamos solos y desamparados porque no darnos compañía. Los dos íbamos para Guarda, así que pasado Vilar Formoso paramos en un sitio que él conocía donde no necesitamos mediar palabra porque aún quedan cosas que se pueden hacer sin saber el idioma.
jueves, 23 de abril de 2009
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