Como os iba contando en este paseo por el norte, después de descargar y, milagrosamente en estos tiempos, cargar en Coruña. Digo milagrosamente porqué la cosa está jodida y los viajes ya no son como antes, puedes tener carga de ida y volverte con la caja vacía con lo que ya no es tan rentable, pero siempre se tienen colegas en logística que te tratan bien y te montan unos viajes rentables, suena a peloteo y es cierto jajaja. Pues como iba diciendo, tras descargar en Coruña tomé destino Guipúzcoa, en vez de ir por la casi autovía del norte, por Asturias, que es entretenida y tiene muchos puntos de resguardo y que algún día estará terminada del todo, volví a bajar a León y pillé la autovía más aburrida que existe en cuestiones de cruissing, la de León Burgos, tiene unos años pero no tiene nada interesante, cierto es que no tenía yo demasiada necesidad pero siempre está bien hacer las paradas de rigor en sitios con algo de entretenimiento, más que sea visual, y más ahora que voy poniendo cara a algunos que de los que me leéis gracias a ese invento de los perfiles, hasta he chateado con alguno de vosotros que me seguís hecho que me ha dado que pensar para tener más cautela con lo que escribo. Bien pues como os iba diciendo esa autovía es muy aburrida, prefiero ir por la de Palencia Burgos, tiene un par de sitios entretenidos, alguno de ellos en otro tiempo fue un verdadero parque temático ahora está de capa caída por esa manía de Fomento de inahabilitar las áreas de descanso para su fin primordial, descansar, lavarte un poco, echar una meada y, lo más importante y menos alabado por Fomento, pillar cacho. Así que piano piano llegué a Burgos y tiré para el norte por otra autopista que, aparte de ser cara de cojones, aunque sea más barata que la de Bilbao – Barcelona, aburrida también pero con algo más de tránsito y cuando paras al menos puedes alegrarte los ojos. En definitiva que no ha habido nada de relatar importante ni no importante, tiempo en ruta para llegar a destino sin más alteraciones, también es cierto que es por lo que me pagan así que misión cumplida.
Tras descargar en Donosti mi buen samaritano, nótese la fase peloteo, me encontró carga desde Irún hasta Santander, pero al día siguiente, esto implica que tenía que hacer noche en algún lugar y que mejor lugar para ello que un sitio que me aportara datos para estos escritos y la posibilidad de experiencias no para contar pero si para disfrutar. Así que o Behobia u Oiartzun. Opté por la más cercana, Oiartzun. Es un área populosa, llena de compañeros nacionales y extranjeros, en las que por definición es muy complicado marcarse una mella en la culata, pero tiene su morbo, grande como un día sin pan normalmente está llena pero con el mal tiempo que hacía estaba más llena de lo normal. Pillar aquí para un chófer es mucha casualidad, se han de dar muchos elementos para que eso pase, el primero, y más importante, encontrar un chorbo que esté dispuesto al que le vayas y te vaya, premisa indispensable, si esto se da depende de donde estés, en la cafetería muy complicado, llena de compañeros, algunos muy al quite no se sabe muy bien si porque son homófobos o porqué están deseando y les jode que otros lo consigan, en cualquier caso mala gestión, en el parking depende de cómo tengas el camión aparcado, cerca de otros o no, de la gente que tengas alrededor, demasiadas variables que controlar, esto es para que luego digáis que la vida sexual de un transportista es “la ostia”, y cuando está el parking casi lleno mucho más complicado. Es cierto que te puedes alejar un poco hacia una escalera que hay que te lleva al otro lado pero no me apetecía demasiado. Así que tocaba cubata con compañeros y poco más, pero a veces, parece que la ocasión hace al hombre ser ladrón y de noche todos los gatos son pardos, mientras unos duermen otros, con los que has estado todo el día charlando de cosas de hombres, de esos que están al quite de lo que hacen los demás, resulta que te dicen “no me llamees Manolo llámame Lola” y te quedas de piedra, pero de piedra pómez, no porque te pille de sorpresa, ya que durante todo el día has visto las señales, no de humo sino neones en la cabeza, sino porque aquello que delante de otros era imposible en la complicidad del insomnio, ahora al hacer tiempo para quedarte a solas con alguien se llama así, se convierten en personas asequibles, comprensibles y abiertas, no os imagináis como. Esto me demuestra, una vez más, la importancia de la paciencia, son importantes las señales, coño sin ellas sería muy difícil transitar, pero más importante es saber esperar al momento oportuno, cuando alguien quiere algo contigo se buscará la forma de intentar obtenerlo, simplemente se le ha de dar tiempo, esperar a que se decida, llevar la iniciativa es cojonudo pero, en algunas ocasiones, asusta, algunas personas necesitan su tiempo para asimilar las situaciones y poder actuar, en honor a la verdad algunas ocasiones, léase el escrito anterior, no se piensa y luego, no es que te arrepientas, pero te das cuenta de que no lo hubieses hecho por las razones que fuesen pero a lo hecho pecho.
jueves, 23 de abril de 2009
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