jueves, 23 de abril de 2009

Visto desde otro punto de vista

Siempre fue un estudioso del arte en España, y eso le había llevado a Calatayud en busca del mudéjar que a partir del XVI se van sustituyendo por las formas clásicas. Había visitado el famoso museo de la Dolores e incluso había participado en las fiestas de San Roque. A lo largo de sus veintisiete años de vida había recorrido la A2 desde Zaragoza a Madrid en multitud de ocasiones pero no fue hasta aquella mañana de octubre cuando llevado por la curiosidad de una reseña que había encontrado en internet, decía que en el km 233 dirección Madrid existía un área de descanso con unas vistas envidiables de la ciudad de Calatayud, esa ciudad que él tan bien conocía por haber pasado tanto tiempo en ella realizando estudios que le sirvieron para realizar su doctorado. También indicaba la reseña que el área de descanso disponía de unos servicios y un parking muy amplio en el que solía haber bastante gente. Así que aquella mañana de octubre al pasar por el punto kilométrico 233 puso el intermitente y entró al área de descanso para contemplar la vista de la ciudad desde otro punto de vista diferente al que había tenido hasta entonces.
Tal y como decía la reseña la vista de la ciudad era estupenda, fue reconociendo los innumerables monumentos que había estudiado en detenimiento en otra época y, tras apagar el cigarro que le había acompañado en sus recuerdos, se dio cuenta que en el amplio parking habían varios turismos y un poco más alejados dos camiones con sendos conductores apeados. Se dirigió al servicio pues necesitaba evacuar y estaba cerrado, así que decidió alejarse un poco y, tras desabrocharse los botones del pantalón, sacó apresuradamente su pene para expulsar todo el líquido que sus riñones habían filtrado. Poco a poco se fue dando cuenta de lo que allí ocurría y la sensación de realidad e incertidumbre le embargó de tal manera que sintió una necesidad grande de conocer a aquellos chicos que estaban en el aparcamiento, no a todos realmente se conformaba con uno pero el problema era que él nunca había intentado hacer cuadrilla con alguien fuera de los bares de ambiente o de los chat, de los cuales estaba escaldado de citas que nunca llegaban a producirse o de las mentiras que los usuarios daban de si mismos diciendo no como eran sino como les gustaría ser. Algunos amigos le habían comentado que en algunos lugares de las carreteras había acumulación de personas buscando sexo pero el, por prudencia y desconocimiento, nunca se había acercado a esos lugares. Vivía en Zaragoza y, si bien había oído hablar de los pinares de Venecia o del polígono Actur, siempre pensó que era algo que no era para él.
Pero allí estaba, en el parking de esa área de descanso junto a dos turismos, uno con un jovenzuelo y otro con un señor de mediana edad, y más allá se había quedado un transportista que ahora estaba fumando un cigarro mientras le miraba fijamente, contrariamente a lo que él pensaba esto no le creaba ninguna molestia, es más, elevaba su libido a cotas insospechadas. El transportista estaba quieto, sin moverse y los dos conductores habían comenzado a entablar una conversación tras la cual desaparecieron uno tras el otro quedándonos el conductor del camión y yo solos en esa inmensa área de descanso con unas vistas perfectas de Calatayud. El continuaba fumando y yo, más nervioso que otra cosa, no sabía bien que hacer pero sabiendo que quería conseguir. Aquí no había una barra donde pedir una copa ni una pantalla donde preguntar impunemente algo al interlocutor sin temer que sea mal recibido, ya se sabe que en los chat escribas lo que escribas al no tener entonación todo depende de cómo sea interpretado, tampoco había cuarto oscuro para que te siguieran así que era víctima de su inexperiencia. Esta inexperiencia le hacía moverse en círculo por los alrededores de su coche, círculos cada vez mayores de forma y manera que se acercaba cada vez más al estático conductor que, por la cara que tenía, parecía saber cuál era el fin de aquellas circunferencias. Aunque él no lo sabía, las condiciones para el conductor eran óptimas, estaban solos, tenía que hacer tiempo por la cosa del tacómetro y estaba algo salido porqué desayunando un tío le había puesto cachondo pero al estar rodeado de compañeros tuvo que irse con el rabo entre las piernas, así que de las cien papeletas el muchacho tenía 101, pero él no lo sabía y ese desconocimiento de la situación le daba a la misma un morbo que nunca había experimentado. El sabía que el conductor estaba esperando a que le diera una señal pero ¿qué tenía que hacer? Siempre hay una primera vez para todo, pero quizá no fuese el momento mejor para no tener experiencia. Tras dudar un rato y con el miedo de que se marchase y se quedase compuesto con su historia mental pero sin conseguir airear su pene nada más que con el pis que había hecho las ganas de descubrir lo que aquel hombre tenía escondido le dieron las fuerzas suficientes para, como no, pedirle fuego. A partir de ahí todo fue de corrido, el transportista rápidamente entabló conversación, curiosamente sobre arte cosa que a nuestro protagonista le vino de perlas, y tras comentar la impresionante portada del siglo XV de Santa María la Mayor, dejando al chico perplejo que un conductor de camión supiera tanto de arte y haciéndole pensar que podría trabajar de transportista ya que, para su regocijo, el transportista era, como él, de letras pero no sólo de letras sino que al final, tras unos comentarios sobre el inmenso parking y la pregunta del muchacho del porqué estaba cerrado el aseo que, sin saberlo, le entregó en bandeja al transportista el cambio de tema hacia donde ambos deseaban llegar, tenían más puntos en común de los que inicialmente creía. Tras un intercambio de conocimientos sobre las diferentes formas de conseguir que un estudioso de arte y un transportista consiguiesen un punto de fusión, algo que es más de ciencias, y un estudio más propio de biología de que una clase de arte el muchacho se dio cuenta de lo entretenido que se podía hacer el viaje no sólo de Zaragoza a Madrid sino de cualquier sitio a cualquier otro ya que el transportista le dijo donde podía encontrar esos puntos calientes, parques temáticos que llamaba él, y desde ese momento Alejandro, el estudioso del arte, decidió sacar un multipase para no perderse ninguna de las atracciones.
Se Alejandro que vas a leer esto, con un poco de retraso lo sé, pero ves como al final yo era el que decía y tu, que no te lo creías, descubriste esa mañana de octubre el mundo llamado cruissing convirtiéndote en un practicante.

Primavera

Ha llegado la primavera, nos vamos quitando la ropa poco a poco, como se tiene que quitar, y el sol parece que nos abraza, a falta de otro tipo de calor se agradece. Los viajes en primavera son más agradables, no hace ese calor insoportable ni ese frío que hace que estés parado horas en una carretera porque la nieve no te deja pasar, cuando de estar parado estarías mejor con otro tipo de nevada o, por lo menos, intentándolo.
Empezamos a sacar los pantalones cortos del armario, esos que nos quedan tan mal porqué hacen que nuestros muslos parezcan morcillas o, por el contrario, parezcan alambres que de todo hay. Sentimos como necesitamos intentar aparearnos, esto es lo que se supone que pasa en primavera pero realmente intentamos aparearnos durante todo el año, pero parece que en esta época más. Las paradas a desayunar, comer o cenarse convierten en películas de arte y ensayo ya que la mayoría de los compañeros llevan esas camisetas de tirantes que dejan al descubierto la cosecha de pelo que han tenido durante todo el invierno en el invernadero, te llevas alguna sorpresa ves como algunos que conoces resulta que han pasado del moreno al blanco en lo que se refiere a vello o que se han hecho un tatuaje nuevo en aquél lugar que no le daba el sol anteriormente. Cuando están sentados comiendo, mientras ven la tele, porqué es una costumbre en los restaurantes de carretera que haya tele en el comedor para que no nos sentamos solos, y en vez de ver el telediario te fijas en la entrepierna de los colegas ves que los que tienen la pernera suelta casi casi dejan a la vista aquello que todos tenemos y que parece que nos empeñamos en comparar con los demás, porqué no es que jodamos entre nosotros por placer, que va, es simplemente por comparar, eso dicen los machos “a ver como la tienes” mientras sacan su llave del tesoro cuando lo que realmente quieren decir es “vamos a echar un polvo” pero claro eso es un poco de maricones y de eso en nuestra profesión los justos, los justos para que los demás puedan comparar.
Quizá lo mejor, y lo peor, de la primavera sean las gafas de sol. Lo mejor porqué nadie sabe dónde estás mirando, puede parecer que le estás siguiendo atentamente una conversación sobre el maravilloso partido de fútbol del domingo cuando realmente estás siguiendo su mano que se acerca al paquete, ese que lleva embuchado en el pantalón corto y que deja muy poco a la imaginación porqué se nota todo. Lo peor porqué te puede pasar a ti, que te estén mirando a la cañería y no te enteres. Si es que nunca se sabe.
En esta época como si estuviésemos en los picos de Europa, los osos despiertan y los compañeros se hacen más tolerables, palabra inventada por alguien que decidió que no era lo suficientemente decidido para admitir lo que era pero si para practicarlo, bajo la excusa que la primavera la sangre altera se permiten ciertas licencias, que durante el crudo invierno no existían. Ya se sabe que en tiempos de guerra cualquier trinchera es buena, pues ahora, en primavera, contra la calentura cualquier apaño, aunque sea del mismo sexo, se admite. Además ahora con esto de la crisis los clubs de carretera son caros y siempre es más barato tropezar con alguien en la carretera, en esas áreas de descanso que parecen jardines floreciendo, porqué se vuelven más populosas, más coloridas y, lo más importante, menos selectas, y no te cuento cuando llegue el verano y esos adolescentes cumplan los dieciocho años y saquen el carnet de conducir y se acerquen a esos lugares que han oído hablar y que nunca han ido solos sino acompañados sin poder desarrollar todo su potencial. Esas tardes en que sus padres les ha dejado el coche para ir a la playa, al campo, a la piscina… y ellos se van a un área de descanso a desarrollar todo su potencial, no una ni dos sino tres o más veces porqué las áreas suelen estar lejos de las ciudades y hay que amortizar el combustible. Esa cantera que florece.
Y luego están las aves de paso, ahora con la semana santa comienza la migración o, en algunos casos, la peregrinación de área en área y tiro porqué me toca. Madrid La Coruña en doce horas o Madrid Málaga en catorce por las paradas ya se sabe. Todo un mundo que se abre con el buen tiempo y algunos se abren mucho, será por la dilatación de los cuerpos.
Como veréis este es el momento de hacer eso que siempre me preguntáis, todos estamos más receptivos, más tolerantes. Si bien se han de guardar unos mínimos, estos son menores que en cualquier otra época del año. Así que chicos “Ya es primavera en las carreteras”.

El deporte de la pesca

Un buen amigo pescador siempre me dice que lo mejor para pescar es tener paciencia y no necesidad, lo primero lo he entendido siempre, eso de tirar la caña y recoger durante horas comprobando que el cebo está en el anzuelo y mirar si la boya se hunde y, cuando se hunde, pensar que ha picado algo, y ver que no era más que algas o basura, sacarlo, quitarlo y volver a lanzar. Vamos lo propio de la paciencia máxima, a él le relaja, a mi me pone nervioso, dándome ganas de tirarme al agua a pillar peces a bocados porqué realmente pienso que tardaría menos de esa forma. Pero si bien lo de la paciencia es comprensible, y admirable, lo de la necesidad es algo que hasta ayer no entendía demasiado bien. Después de una cena familiar me dirigí a una zona de recreo nocturno, parque temático al uso, cercana al lugar de la cena.
La escena estaba integrada por los elementos habituales, a saber, coches aparcados con persona dentro, coches aparcados sin ocupante, paisanos paseando y la suma de los paisanos paseando era inferior a la de los coches vacíos en un número par, como veréis es un análisis formal de la situación que todos hacemos al llegar a un parque temático. Una vez elegido el sitio donde aparcar el coche, ese donde creemos que se ve todo y que se nos ve bien pero sin destacar, se procede a la selección natural, es decir por la apariencia se va centrando el interés en algún muchacho en decrimento de otros, pero como todos sabemos esto suele ser circunstancial e inversamente proporcional a la espera, de forma y manera que nuestras miras se van abriendo a más campo cuanto más tiempo pasamos en el lugar, creo que en la pesca se podría decir que esto es la paciencia, como todos no tenemos el mismo grado de paciencia es un tiempo variable, en mi caso, teniendo en cuenta que se inspiraron en mi para “El paciente inglés” este tiempo es grande, aunque tiene su límite por supuesto. Bien, realizado el escáner de los paisanos se elabora la lista de preferencias, es importante señalar que influye algo el interés mostrado por los demás en uno mismo de manera que si alguno muestra interés y le has colocado en un lugar alto de la lista pasa a ocupar el número uno, vamos lo que viene a ser la selección natural. Hasta aquí nada nuevo, el símil con la pesca es perfecto, llegas al lugar, preparas el aparejo y lanzas a la espera de respuesta, en el caso de la pesca este acto se hace muchas veces, mientras miras si la boya se hunde para recoger rápidamente el sedal, ¿ a que parece que lo he hecho muchas veces?. Claro está que desde que lanzas hasta que recoges la boya ha de ser arrastrada por la corriente y esto lleva un tiempo, creo que ese tiempo es el que consigue que la gente a la que le gusta pescar se relaje, los demás mortales lo encontramos desesperante. Digamos pues que estamos en la fase de mirar la boya, mucho más entretenida en el parque temático ya que de la miras la boya te haces un cuadro mental de la leche sobre lo que va a pasar cuando la boya se hunda, en el caso de la pesca no sabes lo que va a salir al recoger el hilo, pero en el parque temático básicamente si lo conoces, así que puedes darle al coco pensando lo que vas a hacer con ello, ventajas de pescar en un parque temático jejeje. Pero imaginemos que cuando estamos pescando tenemos hambre, que lo que vamos a sacar, supuestamente, es lo que nos vamos a comer y que no tenemos forma de obtener otro alimento, en ese caso el tiempo que transcurre desde que lanzamos el anzuelo hasta que recogemos se mengua, por la ansiedad de sacar un pescado, no dejando que la boya siga su ritmo natural arrastrada por la marea dificultando que un pescado muerda el anzuelo, creo que esto es lo que me quería decir con lo de la necesidad, y ahora apliquémoslo a la pesca en parque temático. Todos necesitamos unos tiempos de maniobra, unos más que otros cierto, pero si pretendemos que el tiempo de el otro se adecúe al nuestro cabe la posibilidad que salga por patas y pase de nuestro cebo, por muy suculento que a priori le parezca, porqué descubre como brilla el anzuelo que esconde. Va ser verdad que existe una similitud entre pescar y ligar, básicamente el manual, tanto del pescador como del que va a ligar, da los pasos a seguir, en ninguno de los dos casos se indica el tiempo en cada movimiento, pero en ambos es importante la paciencia, antiguamente se usaba el cortejo, pero ahora eso se relaciona con el pasado, pero ¿A quién no le gusta que le cortejen? Quizá, estamos dejando salir la parte animal que tenemos, dejando a un lado esas características que nos diferencian de ellos. ¿Qué es un buen polvo? Aquel en el que nos compenetramos con la otra persona o aquél en el que satisfacemos nuestra necesidad, o por el contrario, aquel en el que ambas partes quedan satisfechas. Mientras escribo pienso en los polvos que considero buenos y creo que puedo diferenciar entre un buen polvo y una buena corrida, buenas corridas he tenido en los parques temáticos pero buenos polvos fuera de ellos, y si continuara analizando la cuestión seguramente llegaría a la conclusión que para tener un buen polvo se ha de tener confianza y, aparte de atracción física, que me parece que da una buena corrida, una compenetración que me parece que no se da en la primera vez. Pensar esto mientras se está en un parque temático no es muy bueno, creerme no posibilita demasiado buscar una buena corrida, pero quizá te hace ver las cosas con otra perspectiva, máxime cuando el amigo pescador decidió no acompañarme permitiéndome decidir entre una buena corrida o un buen polvo.

Prototipo de piloto

Grandes conductores ha dado este país, algunos de motos, como Angel nieto, otr4os de fórmula uno, como Fernando Alonso, otros de Rally como Carlos Sainz o el incipiente cántabro Dabi Sordo a cuyo padre tengo el placer de conocer, entiéndase conocer como hablar con el no reconocer. Pero es normal que en este país haya grandes conductores teniendo en cuenta la cantidad de kilómetros que hacemos para, por ejemplo, marcarnos un polvo. En primer lugar, por norma general, las áreas de descanso y los parques temáticos están lejos de los núcleos de población, cosa que hasta cierto punto es normal, algunos en lugares de difícil acceso, propios de los rallyes más importantes del mundo, o hemos de acceder a ellos llevando nuestros vehículos al límite de velocidad permitido por la Dirección General de Tráfico, que no olvidemos que lo hace todo por nuestra seguridad en especial la colocación de radáres en las carreteras en ningún caso por afán de recaudación, así por ejemplo un radar en un recta estará situado en el lugar de bajada ya que es “realmente” donde se encuentra el peligro no por ser más fácil rebasar la velocidad permitida, otros lugares urbanos tienen el inconveniente del aparcamiento, teniendo que dar vueltas alrededor del lugar con un radio cada vez mayor.
Pero no contentos con la expedición hasta esos lugares algunos, una vez alcanzado el lugar deseado y tras un periodo de espera, más menos largo dependiente de la paciencia (calentura) del individuo, se dedican a hacer un circuito en el lugar seleccionado. Lo más llamativo es en las autovías, normalmente hay áreas de descanso a ambos lados de la vía, entonces, nuestro conductor en potencia, realiza visitar periódicas a ambas áreas de descanso, no sea que pierda oportunidad en alguna de ellas, siendo su tiempo de estancia media cada vez más inferior, inversamente proporcional a su estado de excitación y, por desgracia, desesperación causada por el sentimiento que se tiene tras haber conducido un buen rato con la idea de conseguir un buen polvo y ver cómo transcurre el tiempo sin obtener beneficio alguno. Si durante ese entrenamiento casualmente encuentra, en alguna de sus múltiples paradas, un individuo que cumple los cánones, cánones que a medida que avanza el tiempo son cada vez menos exigentes, comienza la danza del apareamiento, paseo, mirada, cigarro si fuma, mirada hacia el horizonte en espera de que el individuo de una señal que demuestre interés, y si no es una muestra de interés seguramente el lo creerá y comenzará la descarga de adrenalina moviendo el punto pensante cada vez más abajo y llevándole a ese punto sin retorno en el que será capaz de hace o decir cosas que ni por asomo creía que era capaz. Pero en ese punto el individuo acechado arranca su vehículo y retoma camino hacia su destino, quedándose con el punto pensante comenzando a subir hacia su lugar original, dándose cuenta que lo que él creía que eran señales no eran más que hechos fortuitos malinterpretados. Mientras el individuo que ha salido como alma que lleva el diablo va pensando en lo que aquel tío estaba haciendo, que parecía como si se le insinuara o, por el contrario, que pesado era que no le dejó intentar ligar con el que estaba un poco más lejos, que quizá debiera perfeccionar la forma de decir a alguien que no estaba interesado. Quizá no estaba lo suficientemente salido como para rebajar los cánones de su búsqueda o simplemente no entendió nada de lo que allí pasó.
Mientras tanto, nuestro futuro campeón de rally, emputecido por el fallido intento, retoma los manos de su vehículo y se dispone, con el pensamiento de lo que pudo haber sido y no fue, ha dirigirse hacia el otro lado de la autovía porque lo más importante en estos tiempos de crisis es rentabilizar la inversión, el tiempo así que, como ya tenía decidido, no se ira de allí hasta que consiga quitarse la calentura. En ese momento, en el área de descanso del otro lado, ve como aparca un camión. Raudo se dirige a su vehículo y toma dirección al otro lado de la autovía, tres minutos de conducción en los que ve como se lo monta con el fornido transportista que, casualmente, cumple con todos los cánones que él siempre ha buscado. Se lo monta en la cabina, porqué es su sueño. Se va empalmando en el camino y cuando llega al parking del área se encuentra que aquello parece el parking del Centro Comercial, como por arte de magia han aparecido coches que, casualmente, le suenan. Le suenan porqué son los mismo coches que ha visto aparcados a ambos lados de la autovía en sus múltiples visitas de la jornada, que han estado haciendo lo mismo que él, es decir ejercitándose en la conducción. Pero para él esto no es más que un pequeño contratiempo, porqué el conductor es su tipo, aunque no lo haya visto, y sale del vehículo para formar parte del desfile cuando, para sorpresa de todos, el transportista sale del aseo y, sin mirar alrededor, se dirige a su camión, saca una botella de agua, bebe, sube a la cabina y continúa ruta.
Como por arte de magia el parking se queda vacío, nuestro personaje se ve solo, aburrido, cansado, su calentura se ve superada por las circunstancias, la luz del combustible se enciende en el momento que arranca, aún tiene que volver a casa pero ha pasado la tarde, no como pensó unas horas antes, pero volverá, tardará unos días, pero finalmente el deseo podrá con su descontento.
Mientras tanto el transportista, que paró caliente como un mono, salió acojonado por la cantidad de gente que le hacía la ola, y unos kilómetros más adelante paró en otro área donde sólo había un individuo que al principio no le hizo mucho caso pero que, tras unos momentos de charla, llegaron a un acuerdo.

Comida rápida

Aunque en las cadenas de restaurante de franquicia no se come precisamente bien es importante reseñar que algunas están situadas en sitios muy estratégicos, conocido es Altube o alguna de la Autopista Bilbao Barcelona, pero la A3 no la tengo muy trillada y para una vez que uno va por allí pues había que parar a ver como estaba el tema. Algunas zonas que conocía han desaparecido, otras se han movido, porque lo que está claro es que cuando estamos acostumbrados a buscar compañía en un parque temático y este le cierran tenemos una capacidad grande para encontrar otro cercano. Hablar aquí de el Saler, de Beneixida, que perdura en los años como un referente de la zona paraíso de todo aquel aficionado a las emociones fuertes, o no tan fuertes, provocadas por las numerosas atracciones y feriantes que se dan citan en el lugar, no tendría sentido ya que es por todos de sobra conocido. En Beneixida alguno que otro ha estado a punto de caerse o se ha caído en un “pequeño” foso que hay. Pero algunos sitios no los conocía y al pasar por ellos la curiosidad hizo que parase a ver si es cierto lo que de ellos se dicen.
Tenía referencias de un área de descanso que está en Castillejo de la Iniesta, denominado La Torreta. La experiencia me dice que en los lugares donde hay un restaurante de franquicia con todo tipo de comodidades no es demasiado operativo, familias con niños y demás, pero las referencias de este me venían por varias partes y todas eran favorables así que cuando llegué al 224 me salí dirección el supuesto parque temático. Amplio aparcamiento, comida recalentada y compañeros, por lo visto tienen duchas y eso nos anima mucho a parar. Entre todos los presentes había un par de desubicados, o en busca de ubicación. Mi situación era diferente, el día anterior había parado en el área de Sagunto, que tiene cinco estrellas, un sitio de los de toda la vida que te asegura un descanso en compañía, y me habían ubicado muy bien así que mi situación era de explorador y de tal ejercí. Por lo que allí pude ver el movimiento era provocado por los desubicados que parecían intentar batir un record en entradas y salidas del servicio, o bien estaban comprobando que las bisagras resistían. La situación era la de todos los lugares en las que estamos varios compañeros, tensa porqué algunos estaban buscando desesperadamente e intentaban sacar fuera a algún desubicado para poder realizar las maniobras necesarias, no muchas la verdad por qué alguno estaba muy a huevo, mirada fija en objetivo y sus movimientos delataban de una forma indudable sus pretensiones. El lugar estaba populoso, a simple vista la cola de espera para las atracciones era grande, y algún compañero consiguió el objetivo. He de reconocer que no esperaba encontrar tanta gente y que las referencias eran correctas. Se ha de tener muy en cuenta que es costoso el contacto y que seguramente se acabará en el aparcamiento, pero el tener a tanto compañero en el lugar nos corta bastante los movimientos, y en el servicio estamos más pendientes de la puerta, por si alguien entra, que del que se nos ha colocado al lado.
Así que me alegrado de estar equivocado y a partir de ahora creeré que en los lugares de comida rápida no sólo se come sino que se puede hacer vida social.

Liberad a Juan, o era a Willy

Casi casi han terminado las fiestas navideñas, como no soy muy de felicitar la Navidad quiero desearos a todos un muy buen Feliz Año nuevo, como casi coincide con la Navidad no se suele quedar mal. Estos días de fiestas he estado en casa de un amigo y he podido ver de primera mano el tipo de persona que me lee, si bien los emails me habían permitido hacerme una idea bastante acertada, el poder hablar con vosotros a través del chat ha acabado por perfilar perfectamente el cuadro. Cuando hablaba con los administradores de la página siempre me decían que de lo poco algunos o de lo muchos otros que conocían los visitantes de la Web eran gente sana y muy noble, puedo deciros de primera mano que así es, gente muy entrañable que a partir de ahora me harán intentar escribir anécdotas y relatos que, como siempre he intentado hacer, sean entretenidos y sirvan para algo. Hoy no voy a explicaros si el área de Calatayud, que como bien me han recordado os debo hablar de él, es tal o cual, o explicaros por enésima vez que somos tíos normales que únicamente estamos currando, o haceros ver que no por ser más pesado se consigue lo que se desea, el refrán el que la sigue la consigue es cierto pero no por pesadez sino por constancia, hoy me gustaría hablar del concepto ONG. Ahora es cuando todos os preguntáis qué coño tiene que ver una ONG con el tema de este blog, pues mucho veréis, el día de año nuevo, tras una noche repleta de bandas sonoras, estuve chateando con alguno de los chicos que visitan la Web y tienen perfil en esa sección nueva que nos han habilitado y pude darme cuenta que nos une mucho más que el afán de encontrar a alguien con quien echar un polvo, ojo que este punto es importante y creo que la mayor parte de la Web va dedicada a donde poder parar para pillar, pero una vez valorado este punto quedan las personas, no valdría de nada colocar una serie de localizaciones a lo largo de las carreteras españolas si no hubiese gente en ellas dispuesta a mantener relaciones con otras y, lo más importante, conocer esos lugares lo facilita. Vamos que detrás de la parte del vicio, del cual todos tenemos mucho, hay una parte de acción social. Es importante poner al alcance de todos los conocimientos sobre el cruissing que tenemos facilitando el acceso a todo el mundo, creo que este es el verdadero concepto de igualdad. Pero si bien esta parte social es importante, se que estás pensando que esto es un rollo que no lleva a nada espera un poco y verás que todo tiene un fin, más importantes son las acciones puntuales, esos momentos en los cuales todos juntos apoyamos una causa que, no siendo perdida, nos parece injusta o excesiva. Se me ocurren varios ejemplos pero sólo destacaré dos uno, el que mejor conozco, es Javier, compañero de Cantabria con el que tuve el placer de chatear, después de haber pasado la Nochevieja juntos, el día de año nuevo, experto en tercer grado para obtener esos datos que él cree son importantes , decirte Javier que no todo es verdad ni, por supuesto mentira, y único como imitador de Janette, pero si antes te lo perdonaba todo ahora con más razón, espero que te vaya bien en la nueva etapa que comienzas dentro de poco. El otro es Juan, que merece un capítulo especial, currando cuando la mayoría tenemos ocio y, espero, con la ayuda de todos los que estábamos chateando para hacerle más llevadero el curro, no sé si más llevadero o le pusimos peor porque el muchacho es de mecha cortano por el tamaño de algún miembro de su cuerpo que de eso no se, y sólo con acercar el mechero parece que se enciende, decirte Juan que no lo hicimos, al menos yo y creo que los demás tampoco, con mala intención, creo que todos los allí presentes hicimos nuestra buena obra de año nuevo, decirte que apoyaré toda iniciativa del tipo Ayuda a Juan, Sexo para Juan o Juan forever e incluso mandaré tantos sms como sean necesarios para ello.
A todos vosotros gracias por hacer que el día de año nuevo fuese diferente y espero que este año que ahora comienza os deje buenos recuerdos.

Fórmulas mágicas

Ante la pregunta ¿cómo hacer para pillar a un camionero? La respuesta es sencilla, lo mismo que para pillar con cualquier otro tío. Aunque parezca mentira somos tíos normales que si bien parece que a algunas personas damos morbo, buscamos y hacemos lo mismo que todos. Cierto es que lo de viajar mucho nos da para conocer a mucha gente y, al igual que los marinos, tener un polvo en cada ruta, o dos en el mejor de los casos. En el chat de la Web, no es que entre mucho pero cuando estoy con estos chicos que llevan la Web me siento a su lado y veo las cosas que habláis, leo afirmaciones sobre si dando luces y pisando el freno el chofer se entera que te pone y para en el siguiente área, gasolinera o apartadero, pues siento deciros que eso no vale más que para gastar batería. Pensar como hacéis para ligaros a un tío de profesión la que sea, mirada intensa, insinuación corporal, señales que, al fin y a la postre, le indiquen de vuestro interés por él. Pues nosotros igual, estemos en un área o en una gasolinera o en un bar o en la calle cuando vemos a alguien que nos pone mandamos las señales típicas, mirada lánguida, pedimos fuego e intentamos entablar conversación, porqué aunque no os lo creáis hablamos, e incluso alguno no es una máquina de sexo y, si bien está correrse en compañía por aquello de hacer amigos, también está bien hacer cuadrilla. Y, por tanto, respondemos a los mismos estímulos que los demás, la mayoría tenemos ese sexto sentido, se sea o no transportista, que nos permite saber, con un margen de error pequeño, si nos están tirando los tejos o simplemente es un paisano simpático. ¿Qué nos diferencia de los demás? Pues que trabajamos en la carretera y eso nos permite conocer a mucha gente, pero el quiz de toda esta historia está en la palabra “trabajamos”. Normalmente cuando paramos en una zona de servicio o en un área de descanso estamos trabajando, llevando del punto A al punto B una carga que no es nuestra y que debemos entregar en las mismas condiciones que nos la han dado, por eso nos preocupamos de parar en sitios donde sabemos que no suele ocurrir nada y podemos parecer desconfiados de la gente. A diferencia de la mayoría de las personas que están ligando en un área de descanso nosotros paramos porqué nos toca parar o porqué necesitamos descansar, no estamos de fiesta, aunque muchas veces nos apetezca más que a cualquiera de los que allí está, y no sabemos si el que quiere comerte la polla realmente quiere comerte la polla o simplemente entretenerte para levantarte la carga. Todos en el trabajo podemos pensar que fulano o mengano tiene un polvo pero os ponéis a follar en la oficina o en el comercio o con el cliente, no por falta de ganas sino porque no toca.
Así que no es que seamos bordes, ni prepotentes ni siquiera que tengamos unos gustos diferentes a la media nacional, simplemente somos currantes que queremos seguir currando y no engrosar las listas del paro, y por eso, aunque andemos más salidos que el pico una plancha, por cautela pasemos de bajarnos los pantalones. Lo mismo ocurre cuando estamos varios, algunos pasan que los demás sepan su condición sexual pero otros, la gran mayoría, les importa y, como vosotros, no les gusta que la gente de su trabajo sepa lo que hacen en su vida privada. Porque aunque estemos en la carretera todo el día, la carretera es nuestra oficina e intentamos guardar el tipo, no siempre lo conseguimos cierto, pero al menos lo intentamos. Pero cuando no estamos trabajando somos como cualquier otro, al que le gusta que le tiren los tejos como a los demás y el que tira los tejos como cualquiera de vosotros. Con todo esto lo único que os quiero indicar es que no existe una técnica específica para ligar con nosotros, simplemente las limitaciones que son propias de un lugar de trabajo que casualmente es la carretera, pero lugar de trabajo al fin y al cabo y que las proposiciones mediante luces o señales acústicas estarían bien siempre que todos conociéramos el Morse pero en la mayoría de los casos no es así, personalmente ni zorra idea del mismo. Ser prácticos chicos y demostrar una vez más que la paciencia es importante y que no por ser más pesado se consigue lo que se desea, sí si se es persistente pero lo más importante que esto suele ser cosa de por lo menos dos y muchas veces uno de ellos está trabajando.

Pasos fronterizos

Cuando me toca ir para la zona de la frontera de Portugal, por Ciudad Rodrigo, se que la posibilidad de encontrar fiesta crece exponencialmente. Desde el mismo momento que sales de Valladolid encuentras lugares de un atractivo especial, el mismo Toredesillas es un parque temático de gran interés, no he parado al ir, mayormente porqué parar nada más salir puede sonar a vicio, que si qué lo tengo pero aún no estaba en su punto más álgido, y además, aunque a alguno le parezca que no es así, soy un currante y tengo que entregar la mercancía que transporto en fecha y forma, y si voy parando en todas las zonas que encuentro a mi camino más que viaje sería peregrinación y no entregaría a tiempo, así que Tordesillas quedó a mi derecha y, por lo que pude ver, para ser las seis y media de la mañana y hacer un frío de tres pares de cojones, tenía cola de espera, como siempre. Así que siguiendo ruta llegué a Pedrosillo el Ralo, el tom tom pitó, es una estación de BP en la que suele parar mucha gente, pero había encontrado niebla por el camino e iba retrasado así que otra vez sería, aún me quedaban muchas por delante donde parar.
En Salamanca un buen desayuno, en un bareto que hay en la circunvalación, donde paramos casi todos, y, como es de recibo, nos conocemos casi todos también, pero ya salí de allí con el vicio un poco más alto de lo que es lo aconsejable para conducir objetivamente, había un tío al que nunca había visto, no es que conozco a todo el mundo pero normalmente en los sitios donde paramos solemos ser más menos los mismos y, salvo que sea un novato, y este no era el caso, alguna vez nos vemos todos y, si no le has visto tu, está hablando con alguien al que conoces, pero estaba solo, una pena porque estaba para ayudarle a mojar los churros en el café y en lo qué no es café, así que definitivamente era un novato, preguntando a los lugareños ni Dios le conocía. En el grupo en el que estaba me consta que había otro, al menos, que para de una forma discrecional en los parques temáticos, me consta porqué hemos tenido algún encuentro cuerpo a cuerpo, así que él sabía el porqué de mi interés pero, al estar en comunidad callamos los dos como putas pero los dos, como putas también, mirábamos al novato. Al salir Jaime, que así se llama el compañero de juegos, salió conmigo y, mientras fumaos un pito afuera, comentamos sobre el novato, ni él ni yo le conocíamos pero los dos coincidimos en estar encantados de conocerle, nos despedimos, el iba para Zamora. En estas situaciones es cuando uno desearía ser un paisano que está tomando un café sin más y no conocer a todos, porque realmente el muchacho tenía un par de horas de dedicación, aparentemente porque a veces desenvuelves el caramelo y resulta que no era lo que creías, pero se merecía el riesgo.
Así que de nuevo delante del volante, con la perspectiva que te da la altura de la cabina, no tan relajado como la primera parte del viaje, pero con la mente en lo que había dejado atrás, llegada a San Muñoz, un área que no tiene nada más que un aparcadero y que siempre está lleno de vehículos, mayormente pesados y así era, no me gusta esa área porque es incómodo, tiene mucha visibilidad y, si vas dirección Portugal, te quedan dos que son cinco estrellas Sancti Espiritus y Fuentes de Oñoro, así que a por ellas fui.
En Santi había quórum, como siempre, es un área que tiene todos los ingredientes, un buen parking, una cafetería grande y unos servicios alejados en los que se puede tener algo de intimidad para mantener un contacto previo porque montárselo ahí va a ser que no, pero siempre puedes alejarte un poco. Así que vista la fauna del lugar y haciendo un acto de constricción por no entrar al trapo de un par de paisanos que no es que dieran luces para llamar la atención sino que tenía colgadas ya las de navidad con neones que decían “EHHH QUE QUIERO FOLLAR” y porque el deber es el deber y cuando uno va cargado con cosas golosas tiene que pensar en ello, como veréis los factores para poder echar una canita al aire de un transportista son muchos, pues pensé en las ovejas de la Carmen Sevilla, una técnica anti libido, y me dirigí al parque temático de Fuentes de Oñoro, con dolor de corazón.
La primera vez que paré, hace muchos años, en fuentes de Oñoro, comprendí el significado de Sodoma y Gomorra. Nos juntamos los españoles, los portugueses, los aficionados, los comerciales y, cómo no, los trajeados que aparentemente son estirados pero que luego se doblan como una barra de gominola. Gracias a mis actos de constricción había sacado tiempo y disponía de un rato para poder entablar relaciones sociales, y ciertamente tenía yo ya el cuerpo para mantener relaciones de todo tipo. Todo lo aprendido a lo largo de las carreteras en Fuentes de Oñoro no es necesario, a veces parece un escaparate, estamos todos expectantes y el que llega sólo ha de mirar para saber que le ha tocado premio. Los compañeros portugueses no son especialmente los que más me atraen, mayormente por lo complejo de la comunicación, pero a veces, más de las que pienso, es inevitable y te ves abocado a acabar retozando con ellos. Cuando he aparcado, atrás del parking, justamente al lado había un chófer Luso que, como buen portugués, no se caracterizaba por su discreción. Yo me he bajado y el detrás, he creido entendre que me pedía un cigarro, no por lo que le entendí sino por los gestos pero lo mismo me decía que quería llevarse algo a la boca, pero le ofrecí un cigarro y lo aceptó así que realmente quería fumar. Es en este punto por lo que no me entro a portugueses porque no se que hablar con ellos, porque no nos entendemos, pero este era de los que se hacía entender, directo y confiado me hizo entender que estaba más salido que el pico una plancha, no era difícil de verlo la verdad así que no me costó, y como estábamos solos y desamparados porque no darnos compañía. Los dos íbamos para Guarda, así que pasado Vilar Formoso paramos en un sitio que él conocía donde no necesitamos mediar palabra porque aún quedan cosas que se pueden hacer sin saber el idioma.

De noche casi todos los gatos son pardos

Como os iba contando en este paseo por el norte, después de descargar y, milagrosamente en estos tiempos, cargar en Coruña. Digo milagrosamente porqué la cosa está jodida y los viajes ya no son como antes, puedes tener carga de ida y volverte con la caja vacía con lo que ya no es tan rentable, pero siempre se tienen colegas en logística que te tratan bien y te montan unos viajes rentables, suena a peloteo y es cierto jajaja. Pues como iba diciendo, tras descargar en Coruña tomé destino Guipúzcoa, en vez de ir por la casi autovía del norte, por Asturias, que es entretenida y tiene muchos puntos de resguardo y que algún día estará terminada del todo, volví a bajar a León y pillé la autovía más aburrida que existe en cuestiones de cruissing, la de León Burgos, tiene unos años pero no tiene nada interesante, cierto es que no tenía yo demasiada necesidad pero siempre está bien hacer las paradas de rigor en sitios con algo de entretenimiento, más que sea visual, y más ahora que voy poniendo cara a algunos que de los que me leéis gracias a ese invento de los perfiles, hasta he chateado con alguno de vosotros que me seguís hecho que me ha dado que pensar para tener más cautela con lo que escribo. Bien pues como os iba diciendo esa autovía es muy aburrida, prefiero ir por la de Palencia Burgos, tiene un par de sitios entretenidos, alguno de ellos en otro tiempo fue un verdadero parque temático ahora está de capa caída por esa manía de Fomento de inahabilitar las áreas de descanso para su fin primordial, descansar, lavarte un poco, echar una meada y, lo más importante y menos alabado por Fomento, pillar cacho. Así que piano piano llegué a Burgos y tiré para el norte por otra autopista que, aparte de ser cara de cojones, aunque sea más barata que la de Bilbao – Barcelona, aburrida también pero con algo más de tránsito y cuando paras al menos puedes alegrarte los ojos. En definitiva que no ha habido nada de relatar importante ni no importante, tiempo en ruta para llegar a destino sin más alteraciones, también es cierto que es por lo que me pagan así que misión cumplida.
Tras descargar en Donosti mi buen samaritano, nótese la fase peloteo, me encontró carga desde Irún hasta Santander, pero al día siguiente, esto implica que tenía que hacer noche en algún lugar y que mejor lugar para ello que un sitio que me aportara datos para estos escritos y la posibilidad de experiencias no para contar pero si para disfrutar. Así que o Behobia u Oiartzun. Opté por la más cercana, Oiartzun. Es un área populosa, llena de compañeros nacionales y extranjeros, en las que por definición es muy complicado marcarse una mella en la culata, pero tiene su morbo, grande como un día sin pan normalmente está llena pero con el mal tiempo que hacía estaba más llena de lo normal. Pillar aquí para un chófer es mucha casualidad, se han de dar muchos elementos para que eso pase, el primero, y más importante, encontrar un chorbo que esté dispuesto al que le vayas y te vaya, premisa indispensable, si esto se da depende de donde estés, en la cafetería muy complicado, llena de compañeros, algunos muy al quite no se sabe muy bien si porque son homófobos o porqué están deseando y les jode que otros lo consigan, en cualquier caso mala gestión, en el parking depende de cómo tengas el camión aparcado, cerca de otros o no, de la gente que tengas alrededor, demasiadas variables que controlar, esto es para que luego digáis que la vida sexual de un transportista es “la ostia”, y cuando está el parking casi lleno mucho más complicado. Es cierto que te puedes alejar un poco hacia una escalera que hay que te lleva al otro lado pero no me apetecía demasiado. Así que tocaba cubata con compañeros y poco más, pero a veces, parece que la ocasión hace al hombre ser ladrón y de noche todos los gatos son pardos, mientras unos duermen otros, con los que has estado todo el día charlando de cosas de hombres, de esos que están al quite de lo que hacen los demás, resulta que te dicen “no me llamees Manolo llámame Lola” y te quedas de piedra, pero de piedra pómez, no porque te pille de sorpresa, ya que durante todo el día has visto las señales, no de humo sino neones en la cabeza, sino porque aquello que delante de otros era imposible en la complicidad del insomnio, ahora al hacer tiempo para quedarte a solas con alguien se llama así, se convierten en personas asequibles, comprensibles y abiertas, no os imagináis como. Esto me demuestra, una vez más, la importancia de la paciencia, son importantes las señales, coño sin ellas sería muy difícil transitar, pero más importante es saber esperar al momento oportuno, cuando alguien quiere algo contigo se buscará la forma de intentar obtenerlo, simplemente se le ha de dar tiempo, esperar a que se decida, llevar la iniciativa es cojonudo pero, en algunas ocasiones, asusta, algunas personas necesitan su tiempo para asimilar las situaciones y poder actuar, en honor a la verdad algunas ocasiones, léase el escrito anterior, no se piensa y luego, no es que te arrepientas, pero te das cuenta de que no lo hubieses hecho por las razones que fuesen pero a lo hecho pecho.

En tiempo de guerra...

Dicen que en tiempo de guerra cualquier trinchera vale, no creía yo que eso era cierto pero va a ser que mi largo periodo de castidad forzada ha hecho aparecer aspectos de mi que estaban muy ocultos y, hasta que me ponga al día, no volverán a su ser. Esta semana he andado por el Norte, ya se sabe que los chicarrones del norte son…. Chicarrones y tienen sitios muy a resaltar, si en la web se pudiera calificar los sitios algunos tendrían por mi parte las tres estrellas no de la Guía Michelin sino de la Guía de carreteras. Desde el área de Betanzos hasta el de Oiartzun, pasando por el de La Franca en Asturias o en Cantabria Anero o Liencres e incluso Ugaldabieta con la cantidad de gente que siempre hay allí. Pues bien en este reglaje de válvulas que tenía yo que hacerme esta semana, primera de libertad en mucho tiempo, me había hecho yo la paja mental que al ir por el norte me iba a quedar como nuevo, casi casi ponerme al día ya que la experiencia me decía que cuando me toca ir por el Norte Sodoma y Gomorra se queda pequeño. Así que el lunes, tras la primera toma de contacto con el vehículo tome la carretera destino León, parar en Tordesillas me pareció demasiado temprano así que decidí hacer mi primera parada en Motilla de Arzón, si mis recuerdos no eran malos aquello siempre había sido prometedor. Pues nada dicho y hecho A 66 Km 198 el tom tom que pita y yo que entro como alma que lleva el diablo al área de descanso, éramos los justos para hacer un quinteto, tres compañeros y un paisano que estaba en busca y captura más ansioso que yo. Bajo de la cabina, y saludo a los compañeros que estaban charlando de lo jodido que está el tema, que si antes tenían viaje de vuelta siempre y ahora no, vamos lo propio. El sujeto revoloteaba indeciso ante nosotros pero, como ya os he comentado cuando somos muchos es muy complicado que alguno se desmarque, así que yo no iba a ser menos. Tras diez minutos de charla, aquellos no se movían y, aunque a veces lo dudo, yo tengo que trabajar así que, muy a mi pesar, arranqué la máquina y enfilé carretera camino de Furco, que era la que mejor me pilaba.
Furco es una de esas áreas que son agradables, no muy llena de gente y con la posibilidad, si el tiempo lo permite, de marcarte un polvo ecológico entre los pinos. Así que los 254 Km que separan una de otra iba yo amasando mi paja mental, el paisano de Motilla estaba bien pero seguro que encontraba a alguien que estuviera igual o mejor en Furco. Así que cuando llegué al Km 456 y el tom tom pitó sentí una ansiedad anormal, estaba seguro que de Furco salía relajado, tranquilo vamos recién follado que diría alguno. ¡Una mierda! Allí éramos yo mismo con mi mecanismo, y nunca mejor dicho y una pareja con hijos que estaban descansando, así que mi gozo en un pozo, creo que aquí me di cuenta que la paja mental era eso paja mental que toda coincidencia con la realidad iba a ser casualidad así que la próxima parada Betanzos, última esperanza de occidente.
Más kilómetros más ansiedad, la cruda realidad superaba a las expectativas y el punto de pensamiento estaba bajando a velocidades forzadas a la entrepierna, que mal se pasa cuando el raciocinio desaparece para convertirse en obsesión, como veréis eso que tantas veces os he comentado. Así que llegada a Betanzos, más salido que el pico una plancha. Mi capacidad visual se limitaba a la búsqueda de candidatos, casi casi me olvido de que es una cosa de dos y de las matriculas rosas. Así que baje de la cabina y fije mi vista en el primer ser humano que me miró, había unos cuantos, incluso compañeros, pero me dio un poco igual. El me miro, yo le miré y a saco, ese EL indica que realmente no me fijé demasiado, así que trapo rojo delante y hasta el rabo que todo es toro. Una vez acabada la faena, cuando el cerebro retomó su posición original y analicé la persona con la que acababa de pasar la última media hora me di cuenta que en tiempo de guerra cualquier trinchera es buena.
Veo que esto de los perfiles tiene aceptación, gente maja los que visitan la Web. A ver si poco a poco nos vamos conociendo todos.

Razones técnicas

Cuando hace mucho que no sales de casa para hacer aquello que te gusta o cuando no has podido currar porqué has estado tirado en una cama, no con otro sino solo, porqué estabas chungo de algo que ni sabías que podías tener y que por una complicación te ha obligado a estar recluido en casa, hecho que no es malo si estás de vacaciones y/o porque quieres, vas en busca de lo que durante mucho tiempo no has tenido, más que con la autocomplacencia y si bien el cinco contra uno ayuda no es lo mismo que el sexo asistido, aquel en el que lo que tú te haces te lo hacen e incluso en el que parece que no te mueves y obtienes el mismo resultado. Pues bien, ayer por la mañana me dieron un papel en el que ponía que ya estaba apto para trabajar así que, uno que es muy consecuente, discurrió que también era apto para follar, así que, después de cenar con unos amigos, a modo de celebración de mi recuperación, en una de esas cenas en las que no se ve el final porqué no estás en la cena sino en lo que esperas que pase después, me dirigí, como alma que lleva el diablo hacia esas zonas que uno conoce en las que se puede encontrar alguien con los que mantener una relación asistida, vamos que me fui a un parque temático de la zona, al más cercano, al que me pillaba más a mano, a las áreas de Cigales, dos parques temáticos bien diferentes uno de otro, el de sentido Palencia es más tipo parking con vistas al río y el otro, ahora, parece un escaparate navideño, con eso que han quitado la montaña que había delante cualquiera que pase por la autovía puede ejercer de notario dando fe de quien estaba allí.
Reconozco que debido a mi estado de necesidad mis mínimos estaban muy bajos, de todos es sabido que cuando se lleva un nivel de testosterona en sangre muy elevado el listón de lo que es aceptable para marcarte un polvo es mucho más bajo que en situaciones normales, si a esto le sumamos que uno ha de elegir entre lo que haya en ese momento en el sitio que acudas, y de esos aquellos que estén dispuestos a bailar contigo resulta que se la probabilidad de marcarte un polvo decrece exponencialmente, pero la determinación es importante y sobre todo la persistencia, es decir “no me largo de aquí solo”. Así que llegué al parque temático dirección Palencia, algún coche aparcado, un frío de tres pares, algo de niebla, el canal pasa al lado y cinco vehículos aparcados, seis con el mío que uno iba en coche lo que me permite ser mucho más directo que cuando paro en camión. Así que aparqué más menos en el medio, para no tener que andar mucho, pensando que aquello iba a ser más rápido que el cambio de ruedas de un fórmula uno, todos estos pensamientos eran fruto de mi estado no lo olvidéis sabéis, los que me habéis leído que suelo ser mucho más pacífico, bajo del coche y enciendo un cigarro, todavía no me han dicho que no puedo fumar, si eso de que es malo etc.. pero el NO puedes aún no lo he escuchado, y me pongo a andar para ver que había. Con el frío los coches estaban empañados, mala gestión Melchor, así que mientras fumaba el cigarro esperé que alguien bajara para poder ver, y si acaso, hablar algo. Sólo bajo un paisano que, en aquel momento no me dijo nada, claro que uno barajaba la idea de que le quedaba el otro área, el de dirección Valladolid, así que no creía tener que bajar el listón, lo que si me quedo claro es que al paisano yo le iba, el clásico tienes fuego y no apartarse de mi me lo dejo muy claro, pero aún me quedaba el otro lado de la carretera y me puse estrecho así que salí de allí y me dirigí al área dirección Valladolid.
Había más coches y la gente, a pesar del frío, estaba paseando por los alrededores, en la puerta, a modo de leones de las cortes, había dos paisanos fumando un cigarro a ambos lados, como ángeles custodios o porteros de discoteca, uno de ellos con pinta de chuloputas y el otro parecía que había metido más horas en el gimnasio que yo conduciendo, demasiado músculo para mi así que rodeé el edificio de los aseos y, cómo no, apareció tras de mí un chico que debía de tener la testosterona más alta que yo y que era como un guardaespaldas, a pesar de mi ausencia de los parques temáticos las cosas no han cambiado y yo tampoco, demostrar interés es bueno, ¡joder a todos nos gusta que alguien demuestre interés por uno! Pero que no te dejen moverte me fastidia así que, a pesar que había alguien por el que quedarse allí, este guardaespaldas que me había salido consiguió que me fuera de allí y que lo que antes no me llamó la atención se convirtiese en prioritario y necesario, así que me fui al otro lado de la autovía, menos mal que ha bajado el combustible porqué esto de ir de parques temáticos se estaba convirtiendo en una afición cara, en busca de aquel que me pidió fuego y que pasé de él por qué me quedaba la esperanza de encontrar algo mejor en el otro lado. Allí estaba, había uno más que demostró interés por mí, pero Eugenio, que así se llama el que me pidió fuego, volvió a acercarse y, aunque normalmente no hubiese sido alguien en quien me fijara, resultó ser muy majo y hemos pasado una noche de órdago. Mientras escribo esto el está dormido, no está acostumbrado a trasnochar y yo tenía más retenciones que la M30 en operación de vacaciones.
La semana que viene vuelvo a currar y a explicar las cosas que me pasen en la carretera, parando en los sitios que aparecen en la Web y los nuevos que saldrán esta semana que viene, el retraso ha sido porqué no han podido localizar en el mapa algunas ya que yo era el encargado de decírselo, vamos que el motivo técnico era yo, pero ayer las hemos acabado y ya estaban maquetándolo. Muchas gracias por haberos interesado por mi desaparición.

La amenaza fantasma

Muy buenas. De nuevo delante del ordenador, muchas faltas de asistencia, perdonar pero he estado fastidiado, unas piedras asquerosas en la vesícula me han tenido apartado del curro y de vosotros. Gracias a los que se han interesado por mi, sois más de los que pensé los que leéis lo que escribo.
Bueno, estoy aún en casa, hasta el lunes que viene no me pondré en marcha por las rutas, a ver si han cambiado o no, así que os comentaré una conversación que he mantenido con un amigo referente a las áreas de descanso y los lugares de ligoteo de las carreteras para ver, si os apetece, que opináis vosotros. El amigo es el famoso guardia civil, ese del que alguna vez os he hablado que, al igual que nosotros, es un consumidor de áreas, siempre le he dicho que pierde mucho cuando no está vestido de guardia pero se entiende que no aparezca de esa guisa por las mismas, una vez que empieza el tema te olvidas de lo que es, pero al inicio ayuda mucho conocer a que se dedica, el morbo es el morbo. Bueno que me alejo del tema, el defiende, ahora que no me escucha, de forma pelín acertada, que algunas áreas de descanso o sitios de ligoteo son como parques temáticos en los que la gente que acude con la entrada, que en este caso es gratuita a modo de jornada de puertas abiertas, tienes derecho a montarte en todo lo que hay dentro. Pensarlo un segundo, imaginaros un Terra mítica o la Warner en plan sexual en el que en vez de atracciones hubiese tíos de diferente tipo con derecho a lo que te dé la gana con la entrada, tendría su punto, pero no serían un lugar familiar, un lugar de ocio. Poco más o menos es lo que el argumenta, las áreas de descanso, como su propio nombre indica, son lugares donde la gente para a descansar, gran verdad colega descansado quedó cuando lo dijo, en los que algunos, entre ellos nosotros, encontramos gente afín con la que aliviar nuestras glándulas, se nota que el cuerpo maneja el diccionario que forma más compleja y acertada de decir que follamos como enanos. Este no es el fin de esos lugares, es como en los parques temáticos, el negocio no es la entrada que pagamos, que en nuestro caso es gratuita, sino lo que bebemos, comemos y gastamos dentro, pues las áreas de descanso están para que los conductores descansen así que al igual que en los parques nos intentan retirar la bebida y la comida al entrar, todos pasamos algo, los encargados de las áreas de descanso, los parques o aquellos lugares públicos intentan que el uso de los mismos sea para el que han sido creados, entonces, cuando la actividad de las áreas de descanso no es la que se pretende sino que es la de parque temático gratuito intentan enmendarlo ¿Cómo? Cerrándolo durante un tiempo, aumentado la visibilidad del lugar, poniendo cámaras o haciendo que el lugar sea más inhóspito, todo para que esas zonas se utilicen, principalmente, para lo que han sido creadas, tal y como ocurre en los parques temáticos. Es importante resaltar lo de principalmente, aquellos lugares donde el ligoteo es menor, o aparentemente menor, que el fin del lugar no los mueven pero aquellos donde nos hemos pasado de vueltas intentan reconducirlos, luego la entrada gratuita no nos da derecho a destrozar las instalaciones, o a montar numeritos a modo de pasacalles, o a ser pesados con alguien que, a lo mejor no sabe de que vamos, o qué sabiéndolo pasa de nosotros, porque ellos no están incluidos en la decoración del parque, aunque como hemos comentado algunos parece que vinieron en el proyecto.
Realmente, cuando lo piensas, tiene algo de parque temático pero si queremos continuar disfrutando de uno de ellos, de esos lugares que por su situación han ido conformando el mapa de lugares donde podemos, utilizando las palabras del guardia, aliviar nuestras glándulas. En la actualización que viene de la Guía, que ya me la han pasado, veréis que muchos sitios han desaparecido, otros se han trasladado y algunos los han cerrado, esto demuestra que el cruising es algo vivo que formamos entre todos, que el boca a boca es importante pero que, al igual que lo sabemos nosotros, parte interesada, lo sabe todo el mundo y ese mundo quiere que el parque temático se utilice para lo que fue creado. Reitero mis gracias por todos los que os habéis interesado por mí, se que os debo un comentario no se me ha olvidado.

Siempre dije que no lo haría...

¿Nunca habéis hecho algo que siempre dijisteis que no haríais? Pues de vez en cuando yo lo hago y a veces sale bien a veces sale mal. Pues ayer fue uno de esos días en los que hic algo que siempre dije que no haría. Con el síndrome posvacacional acuestas, aburrido de conducir, pensando en lo bien que me lo he pasado en la expo de Zaragoza, no precisamente en los pabellones jejeje, a una hora muy decente para casi todo, las nueve y media de la noche, con la canción “Video Kliied the radio star” de fondo y con el calvo revuelto, llegué a Miranda, a una explanada que hay detrás de la estación, al otro lado de la autovía, donde pone en la Web que hay camiones, cierto, pero poco más ya que, como os he dicho siempre, donde estamos muchos no solemos pillar, teniendo que hacer noche para cargar al día siguiente y con diez horas de espera por delante enciendo el ordenador para bajar el correo y con el firme propósito de escribir sobre una estación de servicio que hay en Calahorra, que está mejor de lo que en un principio pensé ya que no me suelen gustar las estaciones de servicio por estar demasiado concurridas pero… en otro momento hablaré de ella. Bien bajo el correo, contesto a un par de email, antes que se me olvide dar las gracias a Pedro por sus ánimos espero algún día tomar esa cerveza y compartir experiencias, y entro a la Web esta en la que cuento lo que veo por mis rutas, para subir al blog lo que he escrito sobre Calahorra y en la pantalla de entrada veo como, casualidades del destino, desplazándose por la pantalla aparece un mensaje que dice “Rivabellosa,nI, 42 años, sitio, inicialmente sin compromiso…” Siempre dije que ir en busca de lo desconocido no era lo mio, que siempre quiero ver lo que hay para poder decidir pero, como os dije al principio, a veces haces cosas que siempre has dicho que no harías, y anoche fue una de esas veces. Llamé y al otro lado del teléfono sonó un tío muy bien, majo, aparentemente con las cosas claras que, con disposición pero sin prisa, se ofreció a irme a buscar donde estaba y tomar algo, sin más, o eso dijo. Así que por mi bien, conversación de entrada y después puede que nada o puede que algo. Bien llegó al aparcamiento y tras la presentación de rigor, es decir la primera visual externa que en mi caso fue muy satisfactoria y, como más tarde me dijo, en el suyo también, fuimos a tomar un cacharro a un bar donde hablamos de lo humano y de lo más humano, lo divino no apareció mucho. Me dijo que se había decidido a poner el mensaje en la Web porque le parecía una Web bastante seria y que entraba mucha gente que estaba de paso por los sitios, que él no quería nada fijo etc etc. Por mi parte calle como puta que soy Melchor, porque el lee el blog así que HOLA JESUS, y cuando hablaba de lo que yo escribo indicaba que le gustaría conocerme, me han llegado correos indicándome la pasión que levanto, pero no es lo mismo leer que verlo por mí mismo. Bien, después de un rato de charla decidimos que teníamos que comer algo, Jesús me invitó a ir a su casa, como tenía el camión vacio y nada que hacer hasta el día siguiente, me pareció bien ir a cenar a su casa. Al final me quedé a dormir, con todo lo que eso implica, y el desayuno a hora intempestiva estuvo muy entretenido, vamos que el síndrome posvacacional se me ha casi olvidado, ya sabéis un claco saca a otro clavo y hacer cosas que nunca pensábamos hacer tiene su recompensa, no siempre buena, pero en este caso así ha sido.
No se me olvida lo de Calahorra que conste, pero será a otro rato.

El final del verano

Bueno se acabaron las vacaciones, unos pocos días en los que me he dedicado al turismo, me hubiese gustado que fuese sexual pero va a ser que no demasiado, lo justo para mantener los niveles en su justa medida. Bien he visitado la expo, o mejor dicho aprovechando que marché a Zaragoza a ver a un conocido, podéis pensar lo que queráis que seguramente acertáis, visité la expo, mogollón de gente, mogollón de colas y mogollón de calor, pero la visita mereció la pena. En mi vuelta descubrí un área que hay en Calatayud, en la A2, dirección Madrid. Es un sitio amplio y con un buen aparcamiento. Había gente, aún no había acabado el verano y algunos ya estaban de regreso así que había alguna familia y alguno despistado, o no tanto porque al final los despistados son los que más saben a lo que van aunque parecen mosquitas muertas, ya se sabe “líbrame Dios de las aguas mansas que de las bravas ya me libro yo”. Había un par de compañeros y, para mi desgracia, uno al que conozco cono lo cual mis ansias por intercambiar fluidos se fueron al garete. En lo que estuve charlando con mi colega me di cuenta de que el sitio funciona muy bien, la gente llega, mira, se acerca al servicio y algunos salen rápido y otros tardan más, vamos que se lo montan allí. Otros se van, no puedo deciros a donde pero salen en pareja, uno tras de otro haciéndose señas de “Sígueme”. En definitiva es un sitio con movimiento.
Aunque lo que realmente me ha gustado es ver como Zaragoza sigue siendo lo que siempre fue, la plaza de Los sitios, aunque el día que estuve no tenía demasiado movimiento, seguía teniendo marcha y los Pinares de Venecia o bien no los encontré o bien no fui a buena hora o no hay nada de nada. Lo que más me costó encontrar fue la Avenida de Ranillas pero creo que finalmente la ubicamos perfectamente, al menos un sitio donde había gente buscando, un sitio curioso que demuestra que nos vamos adaptando al crecimiento de las ciudades.
Bueno y ahora al curro, intentaré ser constante, no prometo nada, pero al menos lo intentaré

El cuerpo

Algo está pasando en las áreas de descanso, no sé si es porque es verano y hay mucha gente de vacaciones o si se va a extender a todo el año, pero lo cierto es que en varias áreas de descanso me he encontrado con patrullas de la Guardia civil que estaban realizando controles, pidiendo la documentación y demás, a todos los tíos que estábamos allí y no lo hacían con las familias que estaban. Están en su derecho ya que, al parecer, tenemos obligación de identificarnos ante la autoridad competente. He estado hablando con un colega que pertenece al cuerpo y al parecer es una campaña veraniega que posiblemente se extenderá algo más de tiempo. No nos pueden decir nada ya que no hacemos nada ilegal, inmoral para algunos pero nada más. ¿Y cómo hemos llegado a esto? Cierto es que a veces nos pasamos de vueltas, esa calentura hace que no pensemos más allá de 2 milímetros de la punta de la polla, y que podamos molestar a alguien que esté en el área y no esté en el mismo rollo que nosotros como no pueden prohibirlo, aunque alguno lo deseara, se dedican a molestar dentro de la legalidad vigente, para incomodarnos y que dejemos de acudir a las áreas. Ya se sabe que en nombre de la seguridad pueden hacerlo. Avisados estamos y, seguro que todos los sabemos, pero no está de más recordarlo. Quede claro que no pueden decirnos nada por estar en el área de descanso si por montar numeritos en los aseos o fuera, creo que se llama escándalo público, así que si no queremos que se acabe el tema tenemos que ser más discretos que nunca.
Una de esas áreas es la de San Pedro del Arroyo, en Sanchidrián. Destaca el pinar que hay bajando al río donde se folla indiscriminadamente. Cuando he llegado eran sobre las seis de la tarde y había cuatro coches vacíos y, sabía por otras veces, que se deja el coche en el parking y se baja por el bosque hacia el río, siempre ha sido un área muy tranquila, no hay demasiada gente pero la que va es muy tranquila sabiendo a lo que va y lo que quiere. Ha llegado un Ford mondeo con un tío de mi quinta bastante aparente que se ha bajado del coche a hablar por el móvil, de principio pensé que simplemente quería hablar por teléfono pero poco a poco esas miradas delatadoras me sacaron de mi error, ha colgado el teléfono y cuando estábamos en la fase te miro me miras me acerco poco a poco etc ha llegado un coche de la Guardia Civil. El del Mondeo se ha puesto nervioso y ha puesto cara de “Qué coño pasa”, del coche se han bajado dos guardias que se han dirigido al paisano, era el que estaba más cerca, le han pedido la documentación, el seguro, la documentación del coche, vamos hasta el número de calzoncillo. El estaba muy nervioso, como si le hubiesen pillado robando el Banco de España, pocas tablas jajaja, le han preguntado qué hacía allí y adónde iba, vamos todo un test. Una vez pasada todas las pruebas le han dejado y el ha salido de allí como alma en pena. Luego, como era de recibo, me tocó a mí. La misma historia, carnet, documentación del camión, que lleva de carga, a donde va, de donde viene y que hace parado aquí, conversación correcta y cordial, todo en orden y cuando estábamos acabando salieron de entre los pinos dos almas que tenían la cara de estar recién follados, sonrisa como la del Joker de Batman y colocándose los pantalones. El guardia más mayor que los vio salió escopetado a por ellos, le dijo al otro esos que salen del pinar. Misma historia, documentación, seguro, de donde vienen y que hacían en el pinar. El más maduro, con más tablas, contestaba desairadamente, sin faltar pero a la pregunta que hacía en el pinar la respuesta fue cojonuda “cagar”, el guardia se iba calentando y le dice, ¿y lo hace siempre en compañía? El paisano le dice que él no tiene inconveniente, que hay gente que le gusta. Vamos que estaba vacilando al guardia y este lo llevaba muy mal, el más joven estaba angustiado, el efecto del polvo se le había pasado, vamos que como si no hubiese pasado. De repente el más mayor empezó a soltar por la boca reales decretos, leyes y demás indicando al guardia que si bien podía pedirle la documentación hacer comentarios sobre lo que había hecho escapaba de sus competencias, el guardia más maduro se estaba calentando pero debía entender que el tío tenía razón por lo que, con cara de perro, les dejó en paz y les dijo que circularan, él le contestó que necesitaba descansar. El más joven salió de allí como alma que lleva el diablo, el otro se quedó y los guardias a la espera de que salieran los dueños de los otros dos coches. No sé qué paso después ya que marché de allí, era la segunda vez que me pasaba en esta semana.
Aunque ellos tienen derecho a hacerlo nosotros también tenemos derecho a estar en las áreas de descanso mal que les pese, eso sí siempre que no molestemos a los demás. Poco a poco van cercándonos ¿llegará el momento en que no podremos estar en las áreas de descanso?

La Cartuja

Existen lugares que más que propicios para ligar son verdaderos circuitos de coches, uno de esos es el aparcamiento de La Cartuja. Al caer la noche me llevaron a conocerlo, había oído hablar de ello pero todo comentario había sido poco. Al principio se veían unos pocos de coches para lo que aquello fue más tarde. Unos, los menos, aparcados a las orillas del parque, otros dando vueltas como auténticos poseídos en busca de… creo que de poco porqué haciendo eso no me parece que se ligue mucho. Tras estar un rato parados en el coche, me llevó un colega que vive en Sevilla, a medida que la noche entraba aparecían más y más coches que se dedicaban a dar vueltas por el aparcamiento. Gente de todas las edades, algunos paseaban y se metían entre el bosque que hay entre la calle y el parking donde, posteriormente pude constatar, se ponían a follar. Espectacular, un coche dando vueltas y de repente paraba al lado de nosotros, miraba y salía de nuevo al circuito, verdadera sensación de carne en venta que está en un escaparate. Después de estar un rato parados al principio, o al final ya que no lo sé muy bien, Jesús, que así se llama mi acompañante, me llevó al apeadero de la expo del AVE, una pena que esté algo abandonada. Aquí el tema es más de mi forma, si bien había un par de tíos follando, alguno que otro estaba más relajado, aparentemente al menos, paseando por los alrededores de la estación. La forma de ligar no varía, miradas, toqueteos y demás, pero me sentí menos carnaza que el parking. A Jesús le pone más el tema del parking así que nos salimos de allí y aparcamos a la mitad del mismo, al lado de un 207 verde que estaba ocupado por un tío guapete, moreno con labios carnosos que no mostró demasiado interés, pero que bajó del coche. Jesús, caliente como un mono bajó y con mucha gracia se puso a hablar con él, poco después desaparecieron en el bosque que antes os comenté. Después de un rato, aburrido de seguir la competición automovilística, aburrido pero asombrado, decidí investigar que había entre los árboles, claro está que había visto entrar a un tío con muy buena pinta que había aparcado muy muy cerca de mí.
Pues ala Melchor entre la vegetación, entre que veía poco y que a veces soy torpe tropecé y me di un piñazo, con tan buena suerte que al que seguía me vio y vino en mi auxilio, ¿estás bien? Y esas cosas, con lo que entablamos conversación. En la cercanía se escuchaban unos gemidos que poco a poco iban a más. El que había venido en mi ayuda, causante de que yo me adentrara en la vegetación, estaba más bueno de lo que de lejos me pareció y tras reincorporarme y ser de nuevo homo erectus comenzamos a hablar de que yo no era de allí, obviamente, y que, según me dijo, no había casi nada ese día, joder que habrá cuando haya algo. Estuvimos guardando las formas muy poco rato, pero los gemidos estaban ya casi a punto de terminar, por la frecuencia que indicaba claramente que el que gemía se correría en breve, y con coros parece que la excitación subía, el me metió mano y me desabrochó los botones del pantalón, se bajo y empezó a mamar. De ahí al final seguramente otros, de los que estaban alrededor, seguramente aprovecharían los coros que los dos hicimos. Al acabar salimos del bosque y allí estaba Jesús con el paisano hablando, los cuatro nos pusimos a hablar mientras, ciertamente, la densidad del tráfico del aparcamiento crecía. Me contaron que en el bosque se montaba alguna que otra fiesta, pero que más en el apeadero del Ave.
En definitiva es un sitio muy recomendable, no encontrareis camiones, pero si vehículos, si alguno pusiera una gasolinera allí seguramente se haría rico.

De baños...

El área de Baños de Montemayor es uno de esos sitios que desconocía, la verdad que no he hecho mucho la ruta de la Plata, pero me ha salido viaje a Sevilla y, intentaré hablar mañana del parking de la Cartuja porqué merece mención especial, al pasar por allí me ha pitado el Tom Tom y como tiene buen aparcadero he decidido parar. El sitio es como todos, un aparcamiento sin servicios al lado de la A-66 cerca de la entrada a Baños de Montemayor. Por lo que se podía ver la gente estaba en el parking, mayormente gente de paso, algún compañero también, y por un camino se veía subir gente hacia el monte, entendiendo gente hombres que es principalmente el objeto de la observación. El principal movimiento del parking han sido miradas y acercamientos para entablar conversación, la verdadera juerga se da en el monte donde, una vez establecido el primer contacto, se dirige la gente, hay una zona de monte tupido donde se puede uno tropezar, casi sin querer, con alguno que otro practicando la masturbación asistida, ya se sabe que masturbarse está bien pero que jodiendo se conoce gente y, por lo que allí he visto, se conocía a mucha gente. A las doce la mañana éramos unos pocos y, a pesar que el verano es una fecha mala para poder pulular por las áreas de descanso con mayor libertad ya que hay mucha familia de viaje con guajes, el movimiento era cómodo y fácil. Los que allí estábamos sabíamos a lo que estábamos y es fácil entender cómo se mueve la gente, no es necesario mucho tiempo para darse cuenta de cómo se monta la cosa en la zona. El área que está dirección norte es menos discreta, está en un alto y la carretera que va al pueblo la bordea, había un par de vehículos. Si se pasa por allí es recomendable hacer una parada, las posibilidades creo que son grandes. Es concurrida ya que en el rato que estuve llegaron al menos seis coches y un par de camiones.
Intentaré mañana explicaros lo que anoche he visto en la Cartuja, algo que hacía mucho que no veía.

Dos por uno igual a tres

En mitad de a nada y sin ningún tipo de edificación se encuentra en área de descanso de Villalmanzo, a nueve kilómetros de Lerma por N-1, dirección Irún. He de confesar que sabiendo que existía nunca había parado en ella, si en el área de Tudanca que siempre está lleno de gente y entre tantos siempre había algún alma descarriada, en especial por la zona donde aparcamos los camiones. El área de Tudanca está frecuentado por todo tipo de gente ya que dispone de un montón de servicios, cafetería, restaurante, bar, gasolinera, etc.. y paran la mayoría de los autobuses con ruta hacia Madrid o hacia el norte. No es uno de mis preferidos, pero cierto es que a veces me ha pillado allí el descanso del tacómetro y realmente me ha sido entretenido. Hay personas que viven cerca que se dedican a pasear entre los camiones, otras, más discretas, se limitan a estar en el edificio del bar y, a la vieja usanza, antes del internet, entras reiteradas veces al servicio cuando entra alguien que les parece interesante y con posibilidades de darse un revolcón. Pero el área de Villamanzo es diferente, ningún tipo de servicio únicamente una explanada para aparcar, cuando he estado había un par de turismos con dos tíos de mi quita más o menos que han hecho los movimientos típicos de salir del coche y pasear alrededor del camión, pero de forma casual, vamos que aún sabiendo que estaban en fase de búsqueda, pasaban totalmente inadvertidos. Yo he bajado y he sacado del compartimento de debajo de la caja un bidón con agua que lleco allí. El primero que se acercó me ha saludado, no he debido mostrar mucho interés, no me decía nada el paisano, así que se ha vuelto al coche y, como si hubiese dado el relevo en una carrera ha aparecido el otro , que dicho sea de paso estaba mejor al menos para mí, y me ha preguntado si yo sabía cuanto quedaba para Saldaña, le he dicho que poco, que estaría a unos treinta kilómetros más o menos todo seguido por la autovía, me ha ofrecido un cigarro y en ese momento el primero ha arrancado el coche y se ha ido, ya se sabe que una retirada a tiempo es una victoria, pero por la salida que ha hecho con el coche me pareció más que se iba cabreado qué que se retirase como un caballero. Tal ha sido la salida que el paisano que iba a Saldaña me ha dicho, “prece que tiene prisa, pues lleva más rato que yo aquí y llevo un buen rato “ de esta frase tan tonta salió un tema de conversación muy interesante ya que yo le dije que no me parecía un sitio muy bueno para estar descansando, no tenía nada, ni unos servicios ni un árbol para estar a la sombra y que no parecía que parase mucha gente. El me dijo que si paraba gente, que en lo que él llevaba allí era el tercer camión y cinco turismos más habían pasado por allí, que alguno se le había arreglado la parada y que otros, como el que se acaba de ir, salieron de mala manera. Vamos que un sitio aparentemente inhóspito tenía movimiento. Cinco minutos después paró una furgoneta de una empresa de construcción conducida por un chico joven que aparcó al lado del coche de mi contertulio. Bajó del coche y tras hablar por teléfono, sin dejar de mirarnos mientras nosotros, que ya habíamos constatado que los dos buscábamos lo mismo, hablábamos que lo bueno que estaba el tío. Cuando ha acabado de hablar se ha acercado a donde estábamos nosotros, al lado del camión, y nos ha pedido fuego, esto de fumar es útil para comenzar una conversación jajaja, en ese momento apareció ese silencio tenso en el que todos sabemos lo que estamos pensando pero nadie media palabra por no saber cómo atacar el tema, pero mi contertulio era resuelto y rápidamente empezó con el ¿A dónde vas? ¿Tienes prisa? … y el joven conductor de furgoneta entro rápidamente al trapo, ya se sabe que los jóvenes tienen la hormona revuelta y pasan de pensar con la cabeza de arriba a pensar con la cabeza de abajo a velocidad asombrosa. Así que vista la situación, tres tíos hechos y derechos, en un aparcadero de la N-1 que no teníamos demasiada prisa y que, como era bastante claro, queríamos juerga. El del coche tenía ojillos de vicio, como si le hubiese tocado la lotería jajaj, el de la furgoneta estaba más salido que el pico de una plancha y yo, que metidos en faena, pensaba que dos mejor que uno era una buena forma de inaugurar un área de descanso. El principal problema era donde montar la juerga pero Carlos, que así se llamaba el conductor de la furgoneta, nos dio una buena solución, todos a la parte de atrás de la furgona que, casualmente jajajaja, estaba vacía. Así que dicho y hecho, allí entramos los tres y una rato, grande después salimos con la sonrisa tonta de haber echado un polvo, o alguno dos porqué la juventud es lo que tiene. Al salir había otro camión, pero personalmente me dio lo mismo que pesará que había pasado lo que realmente había pasado. En definitiva un área sosa pero con otros atractivos.

Pesado

Las sensaciones que aparecen cuando al entrar a un área de descanso encuentras a un paisano en los urinarios con la polla para adelante para atrás y que ni se inmuta cuando te pones a su lado e intenta verte la polla mientras meas son indescriptibles. Por supuesto que todo el mundo tiene derecho a hacer lo que le dé la gana pero con unos límites que, al menos para mi, se basan en lo que los demás aceptan. Vamos que un no implícito tendría que valer para que cualquiera se apartara, pero lo más común es aquel que no jode ni deja joder. No es que esté enfadado, que puede que lo esté, sino más bien quemado de los tíos que, estando en su derecho, no entienden que alguien no quiera nada de ellos e insisten e insisten hasta llegar a ser cansinos. Y todo esto a que viene, pues muy sencillo, he parado en la estación de la BP en Pedrosillo el Ralo, y había un paisano en los servicios que debía de llevar un montón a la espera de un alma que se dignase a hacerle caso, eso sí con la polla fuera que conste. El área no tiene nada destacable, más que es un sitio en el que paramos pero en el que es muy difícil pillar por ser sitio de conocidos. En sitios como este funciona bien el tema de las luces, te haces entender en la estación de servicio y al salir, cuando te adelanta el turismo o cuando vas detrás de él una ráfaga de largas suele funcionar bastante bien, lo de los cuatro intermitentes nunca me ha pasado y, hasta donde yo llego, no es utilizado por nadie, claro está que me puedo equivocar. Pero en lo referente al paisano motivo de mi encabronamiento destaca su disposición a no comprender la palabra no, posiblemente, si continuó actuando como conmigo le habrán dado un guantazo porque rozaba, o mejor dicho, rebasaba lo soez. Cuando se me ha acercado en el servicio mi mirada creo que fue clara de “que corra el aire” pero el, lejos de entenderlo, intentaba escudriñar en el urinario, visto que lo de mirarle mal, realmente mal no funcionaba, decidí decirle que quería mear a gusto, a lo que él, con dos cojones eso sí, me dijo que si le dejaba el me la aguantaba y luego me la secaba, realmente me he quedado cortado y he reaccionado tarde, cuando ha echado mano a mi polla, que es cuando le he explicado eso de “que no chaval que no quiero”, este comportamiento me lo había encontrado en paisanos maduros, que están muy pasados de vueltas, pero me ha extrañado en un chaval de veintipocos, no creo que nadie pueda estar tan desesperado como para jugarse un guantazo. Por lo demás, quitando al empleado, que es majo, nada destacable, si pasáis por allí podéis parar pero es realmente difícil sacarse de allí a ningún compañero, si acaso podréis quedar un poco más adelante en un aparcadero que hay.
Bueno, voy a darme una ducha a ver si se me pasa el mal cuerpo.

Una desconocida

Bueno, ya se me han solucionado los problemas técnicos de esta semana, se había roto el aparato este que uso para conectarme a internet, primero que si la sim, nada, al final el modem me han dado otro y aquí estamos de nuevo. Bueno semana de calor con lo que eso conlleva, horas sentado al volante y, aunque tengamos aire acondicionado, al bajar de la cabina una sensación de que falta aire, el cambio brusco de temperatura. Hoy seguimos igual, aunque a estas horas parece menos seguro que alcanzaremos temperaturas altas. Pero bueno no quiero parecer el hombre del tempo, aunque el Mario tiene un revolcón, así que hablaré sobre un área que no tenía yo muy explorado ya que no había parado nunca pero el miércoles al acercarme a ella pitó el Tom Tom, me han instalado todas las áreas y zonas de ligoteo para que sepa donde están y estoy descubriendo que algunos sitios que yo pensaba que tenían marcha realmente la tienen y otros, que nunca me había planteado que hubiera, pues hay que investigarlos, así ha sucedido con el área de la A66 de Motilla de Arzón, cerca de Benavente. No tiene nada destacable, no está cerca de nada pero estaba llena de transportistas, en su mayoría gallegos y de los cinco que habíamos los cinco buscábamos tema, una probabilidad del 100 % no se suele dar. Y os preguntaréis ¿cómo sabe este que los cinco buscaban tema? Joder nada más aparcar han venido los cuatro revoloteando como aves de presa, uno par de ellos tocándose el paquete, y los otros dos, más discretos, con esa mirada que intenta ver que llevas debajo del pantalón, vamos que ese sexto sentido que tenemos para saber cuando alguien quiere marcha no era muy necesario para saberlo. Entablé conversación con uno que venía de Salamanca, de unos cuarenta años, que era de los dos discretos el que más agradable me parecía, una vez empecé a hablar con él los otros tres recularon y se fueron hacia sus camiones, dos de ellos hablaron entre sí y al poco desaparecieron en el interior de la cabina de uno de ellos, el último marchó carretera adelante al poco de que se formaran los dos grupos, y tras la conversación de rigor, ya sabéis ¿de dónde vienes? ¿A dónde vas? Pasamos a hablar del calor que hacía y del calor que teníamos los dos y él se ha puesto a mear, al lado de mi, vamos que si fuese mal pensado diría que quería enseñarme la polla, dicho sea de paso que era para enseñarla jajaja, luego me dice que últimamente sólo le vale para mear, que pasa más hambre que una puta en cuaresma etc…, y me ha invitado a subir a su cabina, era más grande que la mía y me dijo que tenía agua fresca, a mí se me había acabado, he subido y nos hemos puesto a hablar con el aire encendido, cosa que era de agradecer. El área no tiene absolutamente nada y, por lo que he podido ver, la gente entra con facilidad, al menos en el rato que hemos estado allí, este me dijo que el paraba siempre que pasaba, y que estaba mejor el lado dirección León, que solía haber gente de los alrededores y que había buen rollo con los compañeros, como si los que paran allí se conocen entre ellos. Me pareció un sitio amable en el cual se puede pasar buenos ratos, aunque sea en la cabina con lo incómodo que es para hacer cualquier cosa menos conducir, pero a veces uno ha de apañarse con lo que se tiene a mano.
No es un área en el que se folle a saco, como pudiera ser cualquiera de las que hemos estado hablando anteriormente, pero tiene vidilla y si lo que buscáis es un polvo con un compañero existen grandes posibilidades, por lo que vi y por lo que me contó el colega con el que estuve.

Lo siento Rodrigo

Sitio de paso para los magrebíes es, decayendo en verano, un exquisito sitio para estirar las piernas. Sobre el kilómetro 80 de la A1 se encuentra el área de Aoslos, un paraíso del descanso ya que cuenta con unas buenas instalaciones, incluyendo duchas. Lo de paraíso es en muchos sentidos, dado que tiene un gran aparcamiento donde se puede estar sin ser molestado demasiado, pero lo más interesante es el tipo de gente que para, transportistas, viajantes, turistas .. y dentro de todos ellos te puedes encontrar con gran facilidad algún personaje con un papel encima de la guantera del coche con la señal de web, hacía mucho que no me pasaba jajaja, realmente facilita la historia, vas como más a tiro hecho. Allí estaba él, leyendo el periódico a las doce de la mañana, tranquilo, mirando de reojo al acecho. Deciros que me ha hecho gracia encontrarme la señal, por supuesto, después de echarnos unas risas a cuenta de ello me explicó que era un asiduo de la Web y que leía el blog, es comercial, o como se llama ahora, avance de ventas, tiene un gps en el teléfono y, cómo no, puestos los sitios donde se puede pillar. Ahora, Rodrigo, cuando leas esto sabrás que esta mañana hemos estado juntos, hemos charlado sobre lo que se llama cruising y nos hemos contado batallas, esto creo que ha sido después del polvo que nos hemos echado jajaja. Bueno espero que sepas entender que no te haya dicho nada, seguramente no nos volveremos a ver, así que por favor no me lo tomes a mal, quizá el remordimiento de conciencia me está haciendo contarlo ahora sabiendo que tarde o temprano lo leerás. Decirte que lo que más me ha gustado de ti ha sido lo fácil que nos ha resultado comenzar a hablar, esa pregunta de ¿te gusta la señal? Y mi respuesta “no viene en el código pero sé lo que es”, me he debido de quedar como un gilipollas mirándola jajaja. Bien Rodrigo es la expresión máxima de la paciencia, al parecer llevaba allí una hora y habían pasado unos cuantos por allí pero lo de ir detrás de ellos al baño no le pone mucho así que se queda sentado en el capó del coche y espera a que alguien se acerque, me explicó que la señal le había ayudado muchas veces, por lo visto no la llevamos pero la conocemos todos, es la muestra de que la desesperación por follar no hace más que entorpecer la historia. Es un asiduo de San Rafael, no es mal sitio la verdad algún día hablaremos de ella, pero venía de Burgos y como era temprano paró a… leer el periódico. Las áreas de descanso no son mejores o peores, son todas muy parecidas, cierto es que algunas tienen unas instalaciones mejores que otras, pero realmente las áreas las hacemos nosotros, si queremos un área interesante hemos de ser respetuosos con los que para allí, si queremos un área libertina, que a muchos les va, no hay que ponerse a follar en cualquier sitio para que te vean. Al final la gente va a aquellas áreas que cumplen sus expectativas, cierto es que todos van, vamos, para ver si mojamos, pero unos buscan un tipo de gente y otros otra, discriminando aquellas áreas donde han visto cosas que no les gusta.
Lo dicho Rodrigo, no te enfades mucho por favor, si eso me escribes y quedamos para tomar algo, o te vienes un día conmigo ¿Vale?

En Cigales hay más que vino

Finalmente tengo carga para mañana, así que el día de hoy ha sido de descanso y ¿qué se hace en los días de descanso? Cosas placenteras, así que me he puesto manos a la obra desde una hora temprana, ya se sabe que a quién madruga Dios le ayuda. Bien cerca de Valladolid, ciudad donde duermo cuando no estoy de ruta, hay una zona que consta de dos áreas de descanso, una a cada lado de la autovía, diferentes ya que uno tiene una construcción con un aseo y la otra es más del tipo picnic. La que tiene servicio estaba mejor antes ya que la resguardaba una montaña de tierra que la ocultaba de la carretera, Fomento, esos chicos que parece que no les pone nada que en las áreas de descanso se DESCANSE, retiró la citada montaña mejorando la visibilidad del sitio, pero demasiado (Si alguien que me lea trabaja en Fomento que nos explique el criterio que siguen por favor) He de decir, en descargo de Fomento, que cuando un área de descanso pasa a ser un lupanar algo se ha de hacer, aunque realmente salvo que la cierren poca solución tiene, somos animales de costumbre y el que tiene en su ruta parar en un determinado sitio para e intenta hacer lo que ha hecho siempre, es decir echar un polvo, claro está que cuando invadimos el aseo de señoras para bajarnos los pantalones y que nos coman la polla también perdemos un poco la razón, ¿tanto miedo tenemos a que si nos salimos de donde hemos encontrado una polla para juguetear la perdamos? Bueno, no creo que esto cambie, de día todavía, poco la verdad, nos recatamos pero caída la noche parece que nos da lo mismo. Está área está dirección Valladolid en la autovía de Palencia a Valladolid, los transportistas aparcan a la entrada y deben de acceder a pie, pelín guarra la verdad y llena de mensajes en la pared que se van renovando, creo que alguien se encarga de borrar los que no son de él con el ánimo de que al sólo aparecer el suyo obtenga premio. La otra, la que se encuentra en dirección Palencia, se encuentra protegida de las miradas de la autovía por una fila de árboles. Los transportistas aparcamos en ella y paseamos por la orilla del río, aquí es fácil pillar, no todos, porqué generalizar es malo, pero la gran mayoría de los compañeros que aparcan están esperando descargar pero no la caja precisamente. A las diez y poco de la mañana éramos cinco vehículos, tres camiones y dos coches. Fuera del vehículo estaba el conductor de un coche blanco muy pendiente de lo que hacía el conductor del camión que tenía aparcado justamente detrás, más bien creo que el del coche había aparcado delante del camión. Un camión estaba al final del área y el otro más atrás, yo he aparcado aún más atrás de último camión, me he bajado y me he puesto a pasear por los entrantes que tiene el área junto al río, me he detenido en uno de ellos mirando hacia el río pero permitiéndome ver al conductor del camión que seguí atentamente mi estela. En cuanto he parado el nota ha bajado del camión, he de decir que tenía buena pinta, fuerte, con barba, de unos treinta y tantos y con esa forma de andar que me pone mucho, contorneando el cuerpo de forma torpe. Mientras tanto el del coche blanco y el conductor del camión que estaba más delante de nosotros estaban hablando, bonita forma de decir lo que desde donde estaba parecía pero como no es algo que tenga constatado diremos que hablaban, posteriormente se han resguardado, joder que sutil, entre la poca espesura de la vegetación, olé que frase jajaja. Pero siguiendo con el que acababa de bajar del camión, el más cercano a donde yo estaba fumando, se puso a mirar las ruedas del camión, ya sabéis presión, forma, color, vamos lo que normalmente se hace para ver si pasa algo, no precisamente con las ruedas, patadita al neumático esas cosas. No sé si es porque soy viejo o porqué ya he usado esa técnica pero el manual del camionero cachondo indica en alguna de sus páginas que un paisano preocupado por los neumáticos de un solo lado que cuando golpea uno mira a ver si le están mirando tiene todos los boletos para estar pidiendo marcha. Con la ventaja de ir en coche entrarle a un compañero es más fácil así que con esa tranquilidad que da el saber que están esperando a que le hables me acerqué el nota y le pregunté si le pasaba algo, como neófito en el tema. Me dijo que le había parecido que se le había ido un poco al salir de la gasolinera que hay un poco más atrás, por cierto en esa gasolinera hay un bar que es muy interesante algún día hablaremos de él, y por si acaso miraba como estaban las ruedas porque, ojo al dato, la servo estaba bien, este dato es importante ya que si la servo no está bien no es que se te vaya la caja sino que no mueves el volante pero como soy un conductor de coche callé así que me la estaba metiendo cruzada (nota: saber de mecánica ayuda a saber si hablan por hablar, para mantener tu atención o si realmente ha pasado algo y estás metiendo la pata). Bien el paisano quería marcha, y yo estaba en plan ocioso así que ¿por qué no? Dicho y hecho tras comprobar con él, mejor dicho mirar como golpeaba las delanteras, y determinar que todo estaba correcto, pasamos a hablar del adónde vas de dónde vienes, que típico verdad, y vimos como los que se habían perdido en la poca espesura de la vegetación de la orilla del río salían, uno de ellos apretándose el cinturón de sus pantalones cortos y, una vez montados en sus respectivos vehículos, emprendía marcha hacía su destino pero de forma seguramente relajada. Esto dio pie a hablar de “otras cosas” tales como, joder no se cortan, podía venir cualquier familia con niños que estamos en verano etc. para desembocar en ¿cómo nos lo montamos? Después de haber comprobado que nuestra carga inguinal estaba bien situada, convenimos parar unos kilómetros más adelante en un hostal que alquila habitaciones por horas donde, una vez confesado nos dedicábamos a lo mismo, hemos practicado alguna postura del Kamasutra con dos finales felices uno de ellos en la ducha, ¡que interesantes son los polvos en la ducha!
Veo que alguien lee lo que escribo y os agradezco que me lo hagáis saber, bien por el blog o bien por los emailes que mandáis a la web que me hace llegar. Indicaros que no siempre voy por el norte, ya sabéis esto va por rachas, unas veces consigues carga al norte otras al sur, que no depende de mí, así que cualquier día leeréis algo de esos sitios que conocéis mejor que yo.

Como las nacionales nada

Ya estsamos aquí de nuevo. Anoche he llegado muy tarde y cansado, y el dormir en la cama de uno hace que te levantes más tarde. Había quedado en hablaros de un área de descanso que hay en la ruta Santander – Gijón. No hay mucho donde parar, si quitamos el área de Gornazo o el de Reocín y por supuesto la playa de Torimbia, que está algo mal para llegar en camión, nos queda únicamente el área de la Franca. La autopista que une Cantabria con Asturias no está del todo terminada, falta el tramo que va desde Unquera hasta un poco más allá de Llanes. Este área de descanso tiene vida hasta que terminen la autovía ya que está en la Nacional, bueno imagino que no la cierren pero como no se pasará por ella la usará la población cercana. Lo que más llama la atención del sitio es lo discreto que es, cuando llegué había un par de coches y otro camión. Siempre que he parado aquí he encontrado gente muy maja, con la que poder hablar y siempre guardaban la distancia, ya sabéis eso de “sé lo que queremos pero por si acaso meto la pata espero”.
No tiene instalaciones, no es más que una explanada, no demasiado grande. Así que lo que se puede hacer es bajar a estirar un poco las piernas y fumar un pito. Así que eso es lo que hice, bajé y comencé a fumar. El compañero que estaba cuando yo he llegado paseaba alrededor del camión, paisano de unos cincuenta y algo, no muy alto, no muy fuerte y al que no le gustó demasiado que llegará yo, por aquello que os expliqué el otro día sobre lo de ligar en sitios donde hubiera más compañeros. Después de la juerga de la noche anterior, ya sabéis lo de los pinos, no tenía yo mucha necesidad de sexo por lo que mi actitud era de mero espectador para poder escribiros algo interesante, no os imagináis como te comes la cabeza pensando que vas a contar al día siguiente, voy conduciendo y pensando si esto o lo otro será interesante. Bueno pues como mero espectador me acerqué al compañero con ganas de charla. Al principio no entraba demasiado al trapo, que no le apetecía nada hablar conmigo, estaba más interesado en el del Ford focus jejeje, típica conversación de dónde vienes a dónde vas, el tío seguía mirando al Ford y entonces no pude más que sonreír. Él, como no, se dio cuenta y se relajó, la complicidad es importante, a partir de ahí la conversación giró a otros derroteros menos profesionales y más lúdicos. Andrés, que así se llama, iba hacia Mieres, venía de San Sebastián y le habían jodido un polvo en Ugaldabieta porqué se encontró con un colega y el tío se largó, paró también en Anero y había mucha gente así que se marchó caliente porque en los aseos había mucha juerga, así que estaba muy caliente. Mientras me contaba esto del Ford focus bajó un muchacho de unos treinta años, con pantalón corto, fuertote él, realmente tenía un polvo o dos si se dejase, y Andrés comenzó a ponerse nervioso, ya sabéis ese estado de ansiedad en el que el cerebro pasa de la parte alta del cuerpo a la parte media jajaja. El muchacho se acercó y nos preguntó si quedaba mucho para Ribadesella, le dijimos que poco y que lo que le quedaba era todo autovía, era majo, de buena conversación y rápidamente estábamos hablando de lo jodido que es conducir tantas horas solo y nos preguntó que qué hacíamos para no aburrirnos, Andrés me miró con esa cara que quiere decir vete por favor que me lo quiero tirar, y yo tras explicar que era muy tarde y tenía que llegar a Gijón me subí al camión, viendo como Andrés y el muchacho continuaban hablando de “como no aburrirse en la ruta”. Seguro que no sólo le explico Andrés lo que se puede hacer sino que le hizo algo para que, al menos hasta Ribadesella, estuviera entretenido pensando. Ese algo posiblemente sería más de uno porque estaba realmente perjudicado cuando les dejé.
Por cierto espero que este tamaño de letra lo veas mejor silminho, habrás perdido vista pero seguro, no sé por qué me pega, que otras cosas has mejorado con los años, es lo bueno que tiene la experiencia jajaja He tenido que pedir ayuda para ver como coño se hacía más grande las letras pero creo que lo he conseguido