jueves, 23 de abril de 2009

Una buena comida

Hay momentos en la ruta que son únicos, y no tienen porqué ver con el sexo. Uno de esos momentos es la comida. La cultura popular dice que donde veas camiones aparcados se come bien, cuanto más camión mejor se come, buena relación calidad, cantidad, precio. Es cierto, paramos siempre en aquellos lugares en que se come bien y barato, también es cierto que entre tantos más de uno entiende pero, y esto es algo a tener en cuenta, es muy complicado ligar en los lugares donde hay mucho compañero, tenemos miedo, aunque no lo parezca, a que se enteren los demás. Es como si estuviésemos en la oficina y no quisiéramos que nadie sepa nada de nuestra vida. También es verdad que aquel que más se pavonea de sus conquistas femeninas suele ser el que más muescas masculinas ha marcado en su palanca de cambios, regla fácil que se puede aplicar a casi todo en la vida, ya se sabe dime de lo que presumes te diré de lo que careces. Bien aún no se ha entrado en la dinámica de incluir en la guía los lugares donde comemos, alguno si pero sólo en el parking, siempre he dicho que es un error intentar ligar en un parking donde haya muchos transportistas por la razón que antes apunté, pero bueno es lícito intentarlo. Hay que tener cuidado algunos son muy brutos y una mala señal puede buscar un problema grande. Bien, no quiero desviarme de lo que quiero contar hoy, hablaba de comida. Un buen sitio para comer es un restaurante que se encuentra en la N-611, a la altura del Km 90, en la salida de Nogales de Pisuerga, se llama El Cruce, parece cutre pero no lo es. En la barra está mi tocayo Melchor, un personaje pintoresco, pero muy majo, siempre tienen lotería que acaba en 7, y , esto es lo que le hace más interesante, paramos todos, bien a comer o a tomar algo. Además ahora con las obras de la autopista está lleno de obreros, tanto producto nacional como de fuera. Alguna vez he pillado cacho ahí, ya tengo en memoria algún que otro compañero con el que he tenido algo más que roce, vamos que nos hemos echado un polvo de la hostia, con alguno sigo manteniendo el contacto con otros espero volver a encontrarme, quien sabe si coincidiremos otra vez en El cruce.
Bien, llevo ruta al norte, así que al pasar sobre las dos por Nogales decidí parar a comer, estaba lleno así que he comido con Luis, no le conocía de nada pero estaba solo en una mesa, un palista que trabaja en la obra de la autopista. Tío majo, con una conversación agradable que se me ha hecho la comida entretenida, bueno por él y por un pavo que, como después vi, lleva una furgona de Seur, que estaba muy bueno y era un quedón. Entre bocado y bocado le miraba y el cabrón aguantaba la mirada, lo cual me estaba poniendo muy cachondo. Siempre con cuidado para que no se diera cuenta nadie, y sopesando como hablar con él para largarnos de allí, si el fuese para el norte como yo o como cojones lo podríamos hacer. El iba un plato por delante de mí, cosa que me estaba jodiendo porqué si acaba primero se largaría y mi paja mental tomaría fin. El tomó el postre y salió al bar, aquí se toma el café fuera y se paga al tiempo. He engullido un flan a velocidad de la luz, con la esperanza de pillarle afuera, y allí estaba, cuando salí a tomar el café y pagar el pollo estaba acabándose el café y, para mi desgracia, hablando con un peón de la autopista, momento fatal, el pollo estaba ligándose a uno con mono amarillo, de forma hábil muy hábil, hablando de la tía que salía por la tele, que si la haría tal que si cual, ya sabéis dime de lo que presumes …. Jajaja. Se han ido juntos, han salido al tiempo por la puerta del bar, han estado hablando dos minutos afuera, al salir los compañeros del de amarillo este les ha dicho que ahora iba, que tenía que comprar tabaco, ha entrado, el pollo se ha quedado fuera y al salir han desaparecido hacia la furgona de Seur. Lo que ha pasado después no lo sé, pero mi imaginación me lo ha estado repitiendo desde el mediodía hasta ahora mismo, el calentón se esfumó, que remedio pero el mal cuerpo no ha desaparecido. Bueno gajes del oficio, he descargado en el puerto y mañana me cargan. Quién sabe si algún día nos volveremos a ver, quién sabe si en esa ocasión será él quien se quede con las ganas porqué yo tenga mejor plan (este pensamiento me ayudará a dormir).

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