jueves, 23 de abril de 2009

El cuerpo

Algo está pasando en las áreas de descanso, no sé si es porque es verano y hay mucha gente de vacaciones o si se va a extender a todo el año, pero lo cierto es que en varias áreas de descanso me he encontrado con patrullas de la Guardia civil que estaban realizando controles, pidiendo la documentación y demás, a todos los tíos que estábamos allí y no lo hacían con las familias que estaban. Están en su derecho ya que, al parecer, tenemos obligación de identificarnos ante la autoridad competente. He estado hablando con un colega que pertenece al cuerpo y al parecer es una campaña veraniega que posiblemente se extenderá algo más de tiempo. No nos pueden decir nada ya que no hacemos nada ilegal, inmoral para algunos pero nada más. ¿Y cómo hemos llegado a esto? Cierto es que a veces nos pasamos de vueltas, esa calentura hace que no pensemos más allá de 2 milímetros de la punta de la polla, y que podamos molestar a alguien que esté en el área y no esté en el mismo rollo que nosotros como no pueden prohibirlo, aunque alguno lo deseara, se dedican a molestar dentro de la legalidad vigente, para incomodarnos y que dejemos de acudir a las áreas. Ya se sabe que en nombre de la seguridad pueden hacerlo. Avisados estamos y, seguro que todos los sabemos, pero no está de más recordarlo. Quede claro que no pueden decirnos nada por estar en el área de descanso si por montar numeritos en los aseos o fuera, creo que se llama escándalo público, así que si no queremos que se acabe el tema tenemos que ser más discretos que nunca.
Una de esas áreas es la de San Pedro del Arroyo, en Sanchidrián. Destaca el pinar que hay bajando al río donde se folla indiscriminadamente. Cuando he llegado eran sobre las seis de la tarde y había cuatro coches vacíos y, sabía por otras veces, que se deja el coche en el parking y se baja por el bosque hacia el río, siempre ha sido un área muy tranquila, no hay demasiada gente pero la que va es muy tranquila sabiendo a lo que va y lo que quiere. Ha llegado un Ford mondeo con un tío de mi quinta bastante aparente que se ha bajado del coche a hablar por el móvil, de principio pensé que simplemente quería hablar por teléfono pero poco a poco esas miradas delatadoras me sacaron de mi error, ha colgado el teléfono y cuando estábamos en la fase te miro me miras me acerco poco a poco etc ha llegado un coche de la Guardia Civil. El del Mondeo se ha puesto nervioso y ha puesto cara de “Qué coño pasa”, del coche se han bajado dos guardias que se han dirigido al paisano, era el que estaba más cerca, le han pedido la documentación, el seguro, la documentación del coche, vamos hasta el número de calzoncillo. El estaba muy nervioso, como si le hubiesen pillado robando el Banco de España, pocas tablas jajaja, le han preguntado qué hacía allí y adónde iba, vamos todo un test. Una vez pasada todas las pruebas le han dejado y el ha salido de allí como alma en pena. Luego, como era de recibo, me tocó a mí. La misma historia, carnet, documentación del camión, que lleva de carga, a donde va, de donde viene y que hace parado aquí, conversación correcta y cordial, todo en orden y cuando estábamos acabando salieron de entre los pinos dos almas que tenían la cara de estar recién follados, sonrisa como la del Joker de Batman y colocándose los pantalones. El guardia más mayor que los vio salió escopetado a por ellos, le dijo al otro esos que salen del pinar. Misma historia, documentación, seguro, de donde vienen y que hacían en el pinar. El más maduro, con más tablas, contestaba desairadamente, sin faltar pero a la pregunta que hacía en el pinar la respuesta fue cojonuda “cagar”, el guardia se iba calentando y le dice, ¿y lo hace siempre en compañía? El paisano le dice que él no tiene inconveniente, que hay gente que le gusta. Vamos que estaba vacilando al guardia y este lo llevaba muy mal, el más joven estaba angustiado, el efecto del polvo se le había pasado, vamos que como si no hubiese pasado. De repente el más mayor empezó a soltar por la boca reales decretos, leyes y demás indicando al guardia que si bien podía pedirle la documentación hacer comentarios sobre lo que había hecho escapaba de sus competencias, el guardia más maduro se estaba calentando pero debía entender que el tío tenía razón por lo que, con cara de perro, les dejó en paz y les dijo que circularan, él le contestó que necesitaba descansar. El más joven salió de allí como alma que lleva el diablo, el otro se quedó y los guardias a la espera de que salieran los dueños de los otros dos coches. No sé qué paso después ya que marché de allí, era la segunda vez que me pasaba en esta semana.
Aunque ellos tienen derecho a hacerlo nosotros también tenemos derecho a estar en las áreas de descanso mal que les pese, eso sí siempre que no molestemos a los demás. Poco a poco van cercándonos ¿llegará el momento en que no podremos estar en las áreas de descanso?

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